Educar en valores, porque “si el mal cae bien, fracasaste”
■ FORMACIÓN NO DEBE APUNTAR A DINERO Y PODER
–¿Cuál es su preocupación?
–Yo estuve impartiendo unas charlas esta semana a unos 150 docentes, entre ellos directores y representantes del Ministerio de Educación, sobre un sistema eficaz de formación que trata de adecuarse a la acelerada transformación de las tecnologías.
–Aquí seguimos enfrascados en este debate por los salarios, la alimentación de los estudiantes y la infraestructura débil...
–Es una discusión muy válida que en mi país también ha llevado mucho tiempo. El error es que este debate haga perder en el horizonte el objetivo de la educación, la formación de los alumnos de acuerdo a las normas y estándares internacionales más altos. Pensemos en nuestros hijos. No vamos a poder competir si ellos no están convenientemente preparados para los desafíos del futuro.
–¿Cuál es su experiencia?
–Hace 30 años que me dedico enteramente a la educación. Fui asesora del presidente mexicano Felipe Calderón (2006-2012). Trabajé muy estrechamente con grandes empresas como Cemex (líder global de la industria de la construcción) que buscan una mejor productividad. Me considero como una de las pioneras en tecnología educativa. Soy doctora en filosofía, epistemóloga (estudia el conocimiento), pero tengo maestría en neurosicología. Agoté todos los cursos habidos y por haber en Estados Unidos, donde están los mejores especialistas en autismo, integración sensorial, percepción, nutrición y conducta, todo lo que es neurodesarrollo.
He dedicado gran parte de mi vida al estudio de ese rompecabezas del hombre; de ver qué tenemos que hacer para mejorarlo, elevarlo, sacarlo del pozo. Hemos volcado experiencias en un diseño instruccional de neuropsicopedagogía que llamamos “Educa-digital-K12”, es decir, abarca los 12 primeros años de estudio desde el kinder (maternal).
–¿En qué consiste?
–Es un proyecto que pretende reinventar la educación. Es un proyecto de revolución educativa cuya consigna es que el niño tiene que aprender. Para eso tiene potencialidad corporal, visual, capacidad de lenguaje, capacidad perceptual, memoria, donde todo tiene que funcionar. Trabajamos en España hace mas de 24 años, Estados Unidos, Colombia, El Salvador. Antes de Chávez estuvimos en Venezuela, en Perú, y bueno, México, por supuesto. Tiene todo un modelo epistemológico, sobre cómo construir conocimientos. Se dan herramientas a los maestros, estén donde estén –pueden estar en el área amazónica–, para que puedan hacer que los niños aprendan por sí mismos, donde el maestro actúa como un facilitador. Tenemos toda la instrucción por día, por hora. El niño va escalando niveles de pensamiento. A medida que sube más adquiere más competencias, competencias para la vida. Se le da las herramientas para enfrentar la vida y transformar el mundo.
–¿Cómo se puede adaptar a un país bilingüe como Paraguay?
–Yo le voy a decir una cosa simplemente. Desde el punto de vista neurológico, el que yo tenga dos lenguas ya ha hecho que mi cerebro haya desarrollado mayor cantidad de circuitos. Ya tengo mayor capacidad intelectual, simplemente por ser hábil en dos idiomas.
–Es una ventaja...
–Ojalá nuestros niños supieran manejar cinco idiomas. Sería ideal. Ellos no tienen ningún problema.
–Usted dijo que conoce hasta el comportamiento de los autistas. Debe ser difícil para un educador...
–Nosotros tenemos programas para el desarrollo de esos niños, sean autistas, los que tienen déficit de atención, hiperactividad, déficit de integración sensorial, etc. Hay cada vez más niños de estas características, en forma más exponencial...
–¿Más que antes? ¿Por qué?
–No le voy a contestar porque de repente se me echa encima toda la farmacéutica. Las causas están en una nutrición equivocada, una crianza tecnologizada donde la madre se va a trabajar, al niño no se le amamanta. Consume leche artificial. Esa leche ataca el sistema inmunológico, el niño se enferma, el oído se inflama, el niño pasa cuatro años con los oídos inflamados y nadie se da cuenta. El niño no decodifica, no habla a tiempo, se baja el tono muscular, no tiene capacidad antigravitacional, tiene vértigos, sensaciones de miedo, disconfort sensorial...
–“Crianza tecnologizada”...
–Sí, y bueno, hay que agregarle vacunas, antibióticos, comidas chatarra, alimentación industrializada. Es la realidad. El calendario neurológico del desarrollo del hombre es genético. Está programado. Comienza con el gateo del bebé.
–Se suele decir que el gateo está pasando de moda...
–Es lo mismo que me digan: “caminar está pasado de moda”. No está pasado de moda. Es la naturaleza misma. Lo biológico, lo mediado y lo asumido por la libertad son tres ejes en los que hay que basar la educación. Si nosotros no tomamos en cuenta lo biológico, el cuidado gestacional, la crianza, los valores... Si yo no respeto el calendario neurológico del desarrollo y el niño no gatea, el niño va a tener trastornos en su desarrollo motor, lingüístico, perceptual. Si la parte mediadora no respeta la naturaleza, no le da al niño las herramientas, no le da el medio: la nutrición, el acceso a la educación, el acceso a una vida digna, se destruye el ser humano. Ya no le puedo decir todas las demás agresiones: el abuso sexual, etc.
–Otro misterio inexplicable es cómo líderes del mundo que accedieron a educación privilegiada –por ejemplo, Mao, el Ayatolá Komeini, el camboyano Pol Pot estudiaron en París– se convirtieron en verdugos de sus compatriotas...
–Claro. Utilizaron su intelectualidad para hacer el mal. Y, bueno, es la libertad de cada persona. Somos corrompibles. Es la gloria y el fracaso de la libertad humana. Pero ahí ni usted ni yo podemos dar una respuesta...
–Uno formado en Estados Unidos, el expresidente (Rafael) Correa, de Ecuador, tiene orden de detención por corrupción. Estaba limpio antes de llegar al poder...
–A ver, aquí nos falló una parte la educación. En la parte mediadora nos falló la educación de la inteligencia emocional. Nosotros tenemos que amar los valores que valen, valga la redundancia. Yo le voy a decir una cosa que yo acuñé hace más de 30 años. Siendo directora de colegio, una vez estaba hablando con una alumna de bachillerato. Todos los valores buenos le chocaban a ella. Yo dije entonces: “Hemos fracasado”. Y en el consejo de dirección, en una reunión yo les decía: “Si el mal te cae bien y el bien te cae mal, ya fracasaste”. No hay doctrina ni teoría que te alcance para cambiar el corazón. No hay.
–Qué tenemos que hacer.
–Hay que emocionalizar la conciencia con los valores verdaderos, crear improntas, poner modelos, inspirar, generar sentimientos positivos hacia el bien. Por qué estas personas con tan alta inteligencia han elegido ir al mal. Porque se han enamorado del mal. Porque les han emocionalizado la conciencia con valores como el dinero, el placer, el poder y porque para ellos, la felicidad, la emoción, la buena vida está en eso. Nadie les dijo que había que servir, trabajar para los demás, atender a la familia, gastar la vida para hacer el bien: la sostenibilidad del planeta, el trabajo como servicio y la auto sustentabilidad alimentaria. Si nosotros entramos al alumno en estos tres proyectos, cambiamos el mundo...
–Cómo...
–Bueno, ¿qué se le ha propuesto al niño como modelo? Trabajar para ganar un dinero: dinero, dinero, dinero, dinero. ¡Noo! Estamos en este mundo para servir a los demás, para amar a los demás, convivir felizmente con los demás. Y si hay líderes que solo piensan en la confrontación permanente y el camino de la autodestrucción del hombre, quiere decir que ellos asumieron como valores personales el dinero, el poder y el placer. Y de eso se enamoraron...
–Después está el otro fenómeno: en las elecciones el pueblo vota y vuelve a elegir a los que le robaron..., el caso argentino...
–El de México es un caso dramático, el de Venezuela...
–¿Usted habla de AMLO? (Andrés Manuel López Obrador, el presidente izquierdista de México)
–Claro, ¿por qué votaron por él? Porque la gente está harta de la corrupción. Yo no voté por él.
–Es el establishment que no cambia, entonces...
–Exacto. Bueno, es que hay una demagogia tan grande, tan poderosa. Han sabido emocionalizar la conciencia con seudo valores, en base al engaño. La tecnología es un vehículo. Depende de lo que le ponemos adentro. La tecnología es una herramienta maravillosa. Si vamos a replicar el bien, usemos tecnología por favor...
–Pero le prohibimos celular a los niños. ¿Por qué?
–Si ponemos porquerías en el celular, pues eso es lo que le va a quedar en la cabeza y en el corazón al niño. Pero si ponemos cosas buenas. La herramienta es muy buena si la usamos bien. Es muy mala si la usamos mal. Cómo no va a ser malo que el adolescente o el niño de siete, ocho, nueve o 10 años vea pornografía en un celular. Lo destruye. Pero si yo le pongo contenidos maravillosos en sus manos es diferente. Entonces, se puede beber el veneno o la vida... Yo debo hacer que el niño ame los buenos valores, que el bien le caiga bien y el mal le caiga mal. Si el mal le cae mal, va a rechazar la pornografía o lo que sea que vaya hacia el mal. No necesita que su papá le quite el aparato...