Interior de Venezuela, una vida en caos
CARACAS (AFP). En la oscuridad, Triztan hizo maletas guiado por la débil luz del celular. Sin dinero para irse de Venezuela, escapó a Caracas del caos desatado por meses de apagones en Maracaibo.
La capital es percibida como un “paraíso” por venezolanos del interior asolados por el colapso de los servicios, con energía eléctrica solo unas horas por día, falta de agua corriente por meses, y el colapso de la actividad económica.
“La situación (en Maracaibo) es horrible. En las noches no podía dormir por el calor, me quedaba despierto hasta la madrugada esperando que llegara la luz”, dice Triztan, de 21 años, venido de Maracaibo.
Calles sucias y dañadas, comercios cerrados, escasez de gasolina y transporte público, semáforos apagados y carros viejos atestiguan la postración de la otrora pujante capital petrolera, donde el calor húmedo asfixia.
Los cortes de energía, que expertos atribuyen a falta de mantenimiento y corrupción y el régimen a “sabotajes”, que nunca demuestra, alientan “desplazamientos” hacia Caracas, explica Jorge Govea, profesor de ciencias políticas de la Universidad del Zulia.
De paso, añade, la comida es más cara en Maracaibo que en Caracas, donde igual resulta impagable para muchos por una inflación que cerraría 2019 en 1.000.000%, según el FMI.
Quienes se mudan lo hacen porque “tienen un ancla económica o familiar” y evitan seguir el camino de los 3,6 millones que emigraron desde 2016, comentó Luis Vicente León, de la firma Datanálisis.
Ante la devaluación del bolívar (49,3% solo en el último mes), los arriendos se negocian en dólares, un lujo que Triztan, albergado por una familia amiga, no puede darse con un salario equivalente a ocho dólares.
La aparente normalidad caraqueña, interrumpida por cortes esporádicos que paralizan el metro, su principal medio de transporte, incluye una mayor oferta de productos que hace olvidar estantes vacíos.
Pero esta “ilusión puede ser efímera, pues si le metemos más gente a Caracas habrá más racionamientos por el estrés del sistema”, declaró el especialista José Aguilar.