Caen tres pandilleros por el atentado contra un agente de Antinarcóticos
Un joven de 23 años y dos adolescentes de 16 y 17 años cayeron ayer como sospechosos del asesinato del oficial 1° de Policía Pablo Ramón Dávalos Brítez (27), ocurrido el lunes en un callejón fernandino. Anoche la fiscala Fátima Britos imputó a dos de los detenidos, por homicidio doloso.
Tras el asesinato a tiros del oficial 1° Pablo Dávalos, quien prestaba servicio en el Departamento de Antinarcóticos, los agentes policiales de la Brigada de Central y Homicidios de Asunción iniciaron varios operativos para capturar a los autores.
Ayer a las 08:00, los agentes de la Brigada detuvieron a Gustavo Adrián Báez Gómez (23), alias Yaguareté, dentro de su casa ubicada a 50 metros del sitio donde Dávalos fue herido mortalmente, que fue en un callejón situado en Río Ypané casi San Carlos de la Zona Norte de Fernando de la Mora.
Los investigadores interrogaron a Báez, quien confesó que fue él quien disparó contra el agente abatido, informó el comisario Rubén Paredes, jefe de la Brigada de Central. Posteriormente, los guió hasta la vivienda donde estaba oculta el arma de fuego usada para el crimen, ubicada frente a una escuela de la Zona Sur de Fernando de la Mora.
Tras su llegada, los agentes catearon la casa hasta hallar una mochila con un revólver de calibre 38 y otro de calibre 32, además de un kilo de marihuana. Dos adolescentes de 16 y 17 años que escondían las evidencias, quedaron aprehendidos y se sospecha que uno de ellos fue cómplice de Báez en el mortal ataque al policía.
Trabajo de campo
Según el relato hecho por el comisario Paredes, el sábado pasado un grupo liderado por Báez Gómez fue atacado por un bando contrario, con petardos y desde un automóvil. Por tal razón, ellos quedaron en alerta ante un posible nuevo ataque.
Fue así que el lunes a las 21:20, Pablo Dávalos y su camarada se adentraron en el callejón, vestidos de civil y a bordo de un automóvil particular. Tenían la misión de identificar una casa donde presuntamente se comercializaban drogas, para luego efectuar un allanamiento.
Dávalos bajó del rodado como para entrar por un pasillo y llegar hasta la casa a ser marcada, pero sorpresivamente se topó con Báez y uno de los menores que salieron del otro lado de la carreta. “¡Alto, policía!” les gritó Dávalos y Báez les disparó. Tras efectuar el tiro que dio en el pecho del agente, ambos jóvenes se replegaron y huyeron del sitio.
El agente baleado fue auxiliado hasta la Clínica Ingavi del IPS por su camarada, pero ya llegó sin vida.
Báez citó vía telefónica a uno de los adolescentes en una cancha de césped sintético, donde le entregó una mochila que contenía las armas y la droga.
Anoche, la fiscala Fátima Britos imputó a Báez Gómez y al adolescente de 17 años por homicidio doloso, mientras que su colega Ruth Benítez hizo lo propio con el joven de 16 años por tenencia de estupefacientes