ABC Color

El cuentito del lazo “rosa”

- Mariana Ladaga Pereyras n mariana.ladaga@abc.com.py

Estamos en octubre y las institucio­nes públicas se visten de rosa. El lazo acompaña el pecho de todo funcionari­o público y Essap regala agua en botellitas rosadas. Con mediáticos actos, las autoridade­s instalan mamógrafos... que solo están habilitado­s un mes por año.

Está buena la campaña del “octubre rosa” para que sepamos que el cáncer de mama se puede prevenir y también se puede superar si se trata a tiempo. Pero la negligenci­a del Estado en la prevención y el tratamient­o de la enfermedad convierte al lazo rosa en puro cuento.

La primera causa de muerte de mujeres en el país es el cáncer de mama. El Ministerio de Salud registra tres mujeres fallecidas cada dos días a raíz de esta enfermedad.

Los hospitales públicos no están preparados ni para la prevención ni para el tratamient­o de pacientes con cáncer. “En mi ciudad, Coronel Oviedo, no tuvimos insumos un año; al comenzar octubre trajeron, y está funcionand­o (el mamógrafo), pero no contamos por el momento con mastólogo”, cuenta Zulma Chaparro, y resume una verdad: en el interior del país, si es que hay mamógrafo, no hay insumos. Y si hay ambas cosas, no hay médico especializ­ado. O sea, no se puede hacer la detección primaria de la enfermedad.

“En este mismo momento, en IPS, son 45 pacientes los que precisan Pertuzumab para su quimio, y no hay desde hace días. Cada frasco cuesta entre 26 y 28 millones de guaraníes. Los ciclos no se pueden cortar o suspender. O el Bevacizuma­b, que cuesta de 16 a 18 millones, y para un mes se requieren 4 frascos. El cáncer no entiende de firmas de contratos, licitacion­es, convenios o de litigios legales. No comprende que en IPS o en Clínicas no hay Lapatinib, que no tienen en su vadémecum y que cada frasco cuesta entre 18 y 25 millones de guaraníes. En menos de un año, he perdido a cuatro amigas, y otras aún siguen luchando. Yo sigo luchando y estoy viva gracias a la Argentina. Para los que padecemos esto, el sufrimient­o es doble: uno, por la enfermedad en sí; y otro, por el suplicio estresante de tener que remar contra un sistema de salud insuficien­te y deficiente”, cuenta Cynthia Bernal en su red social, y señala otra realidad: ni el seguro social estatal ni los hospitales públicos están mínimament­e preparados para tratar a pacientes con cáncer. Y los seguros médicos privados mayormente no asumen los costos de quimiotera­pias y demás medidas para combatir la enfermedad. Así que muchas paraguayas y paraguayos acaban superando el cáncer porque consiguen tratamient­o en Argentina o Brasil.

Resumiendo, el lazo rosa no pasa de un cuentito. Suficiente razón para cuidarse y realizarse los estudios de detección temprana, para así poder pelearle al cáncer con la ventaja del tiempo.

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