Los violentos ganan
El ciudadano Oscar Ayala Amarilla, vinculado a las ONGs “Codehupy” (Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay) y Tierra Viva, con la activa colaboración de las funcionarias públicas Kattya Fogel y Elvira Montanía, se estaba vanagloriando el viernes en Twitter por el cierre de Puente Remanso por más de diez horas y la resultante destitución de la presidenta del INDI. Ana María Allen no renunció por libre voluntad. El gobierno le pidió la renuncia, lo que es, en realidad, una destitución. El gobierno le pidió la renuncia para lograr que los delincuentes que cerraron Puente Remanso dejaran de cerrarlo.
Los delincuentes que cerraron Puente Remanso, mediante fuerza constriñeron a miles de paraguayos que pagan sus impuestos a no poder circular como está en su derecho hacerlo (Art. 41 de nuestra Constitución); pusieron fuera de funcionamiento una instalación que sirve al tráfico y al tránsito y a los medios de transporte; produjeron obstáculos para los mismos aumentando la inseguridad en el tránsito e impidieron el funcionamiento de una instalación que sirve al transporte público.
El Ministerio Público pidió a las fuerzas policiales liberar el Puente Remanso pero la Policía no acató esa orden. Sin embargo, el Ministerio Público tiene miedo de investigar si Óscar Ayala, Elvira Montanía y Kattya Fogel están vinculados con el cierre de Puente Remanso instrumentando a comunidades “originarias” para violar los derechos de todos.
La narrativa de Ayala y sus cómplices es simple y peligrosa. Sin dato estadístico alguno, dicen que como las comunidades “originarias” están despojadas de derechos hace 500 años, tienen la atribución de reclamarlos con violencia. Para Ayala, el Art. 15 de nuestra Constitución no existe: “Nadie podrá hacerse justicia por sí mismo ni reclamar sus derechos con violencia”. Para Ayala, los paraguayos tenemos que cargar con
los pecados del Imperio Español.
Para Ayala y sus cómplices resulta que “tener huevos” es reventar los derechos de personas inocentes, reivindicando la lógica de Nicolás Maduro y José Stalin: Violar los derechos de terceros inocentes es la atribución de los postergados.
Ayala y sus cómplices contaron para esto con la complicidad de un gobierno chambón y pusilánime que olvida que los paraguayos organizamos el Estado dotado de fuerza coercitiva para garantizar el libre tránsito. Nuestro gobierno de seccionaleros inútiles y prebendarios prefiere hacer sufrir diez horas a los que pagan impuestos y pactar con los delincuentes que cierran puentes.
El “acuerdo” que el viernes a la tarde estaba proponiendo este gobierno inepto a los delincuentes era darles “permiso” para cerrar otra vez el puente si no llegaban a un entendimiento con el presidente Mario Abdo Benítez. No hizo falta porque el presidente se rindió y destituyó a Allen.
Un gobierno pusilánime acaba de premiar con el éxito a los violentos que hacen reclamos aplastando los derechos de los inocentes. El mensaje es: El que usa la violencia gana.