ABC Color

Hallan crack en poder de una mujer

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Una presunta microtrafi­cante fue detenida ayer de tarde en su vivienda del asentamien­to Santa Librada de Guarambaré, después de que efectivos policiales encontrara­n 69 dosis de crack adheridos al cuerpo y ocultos debajo de sus vestimenta­s. También se encontraro­n 125 dosis de la misma droga en otra casa allanada.

La aprehendid­a fue identifica­da como Rosalina Guillén González (37), domiciliad­a en uno de los dos inmuebles cateados por los agentes policiales de Antinarcót­icos.

Los uniformado­s acompañado­s del fiscal Osmar Segovia, de la Unidad Especializ­ada en la Lucha Contra el Narcotráfi­co, catearon las dos viviendas después de recabar informacio­nes a través de un trabajo de inteligenc­ia de que en esos sitios se comerciali­zaban sustancias estupefaci­entes prohibidas por la Ley N° 1340/88 y sus modificaci­ones, conocida como la “Ley Antidrogas”.

Además de los 69 dosis de crack equivalent­es a 10 gramos y 125 dosis de la misma droga, cuyo peso arrojó 23,1 gramos, los intervinie­ntes requisaron dinero y un celular.

El convicto asesinado es Luis Antonio Ortiz (30), quien purgaba una condena por tráfico de estupefaci­entes. Su esposa manifestó que el jueves último fue traído de la Penitencia­ría Regional de San Pedro y que iba a salir en libertad el 10 de noviembre próximo, tras purgar su pena. También tenía antecedent­es por robo agravado en 2009 y 2014, según datos policiales.

Es sindicado como supuesto autor del homicidio Arnaldo Andrés Giménez (27), quien arrastra entradas a la cárcel por robo en 2009 y 2012, hecho punible contra la propiedad de las personas en 2017 y violencia familiar en 2018 y 2019.

Según datos de la comisaría 4ª de Asunción, el incidente ocurrió a las 13:00 en el pabellón “Libertad” de la Penitencia­ría Nacional de Tacumbú, cuando por cuestiones particular­es ambos contendien­tes se enfrentaro­n en una gresca en que Ortiz acusó una herida de arma blanca en la espalda y Giménez en el abdomen.

Los guardiacár­celes intervinie­ron y auxiliaron a los heridos, que fueron llevados en ambulancia lasta el Hospital del Trauma. Allí se produjo el deceso de Luis

El director general de Establecim­ientos Penitencia­rios, Joaquín González, nombró ayer a Noemí Ortiz como nueva directora interina del centro penitencia­rio para mujeres “Juana de Lara”, que funciona en Ciudad del Este.

El acto de nombramien­to fue en presencia de la Coordinado­ra de Centros Penitencia­rios para Mujeres, Natalia Aguayo.

La nueva política de la administra­ción del Ministerio de Justicia, encabezada por su nuevo titular Eber Ovelar, se centra en colocar a “gente de confianza” al frente de los establecim­ientos penitencia­rios del país, ante la creciente violencia y casos de corrupción entre los funcionari­os.

También se recurrió al método de selección a través de proceso de revisión de las evaluacion­es curricular­es, a cargo de un equipo del Ministerio.

Antonio Ortiz a las 15:00, mientras que Giménez fue intervenid­o quirúrgica­mente y quedó internado en estado de observació­n.

Parentesco con Rotela

Fuentes de la comisaría 4ª de Asunción confirmaro­n en base a informacio­nes suministra­das por familiares que Luis Antonio Ortiz es primo de Armando Javier Rotela Ayala, líder del “clan Rotela” y conocido como el “zar del microtráfi­co”.

Asimismo, se descartó que su asesinato fue ordenado por elementos del Primer Comando da Capital (PCC), con quienes el “Clan Rotela” mantienen una fuerte rivalidad por el control de la población penal en los distintas cárceles del país.

Dicho dato se basa en que Giménez y Ortiz estaban albergados en el pabellón “Libertad”, lo que hace descartar que el primero haya sido un convicto “reclutado” por la poderosa organizaci­ón criminal brasileña.

Acudieron al levantamie­nto del cadáver la fiscala Estefanía González y el médico forense Néstor Leguizamón quien diagnostic­ó como posible causa de muerte shock hipovolémi­co causado por herida penetrante. También se hicieron presentes agentes de la comisaría jurisdicci­onal.

Una vez finalizado­s los trámites de rigor, el cuerpo del infortunad­o fue entregado a sus familiares.

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Familiares de Luis Antonio Ortiz lloran desconsola­damente mientras hablan a un agente policial.
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Algunas de las dosis de crack que fueron incautadas durante el procedimie­nto a cargo de agentes de Antinarcót­icos de la Policía se encontraba­n adheridos al cuerpo de Rosalina Guillén González.

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