Mades dice que analizará el dragado
El director de Recursos Hidrológicos del Mades, Darío Fariña, expresó que el plan de dragado del lago Ypacaraí, aprovechando la bajante, debe ser analizado íntegramente. Dijo que todo proyecto tiene impacto positivo y negativo, por lo que es necesario un estudio de todos los componentes.
SAN BERNARDINO, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra
redacción regional). El proyecto de dragado del lago Ypacaraí y posterior construcción de islotes con los sedimentos recolectados debe contemplar el comportamiento ecológico, social, económico y sus impactos. Además de plantear medidas de mitigación, en caso de necesidad, expresó ayer el director de Recursos Hidrológicos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), ingeniero Darío Fariña.
El funcionario respondió con mucha cautela sobre la factibilidad del plan presentado por el intendente de San Bernardino, Luis Aguilar (PLRA). El jefe comunal indicó el jueves último que el lago Ypacaraí ahora es una fuente gigante llena de arena (también de lodo y desechos orgánicos e inorgánicos) como consecuencia de la histórica bajante de 18 metros con respecto a su habitual orilla en la playa.
El espejo de agua presenta hoy apenas dos metros de profundidad máxima en toda su extensión y está colmatado de sedimentos.
Aguilar dijo que una de las medidas más rápidas y efectivas para la recuperación del espejo de agua sería el dragado y el aprovechamiento de sedimentos que serían extraídos del lugar.
Señaló que esta es una iniciativa de vecinos y empresarios que viven en la zona, quienes incluso se comprometieron a gestionar el financiamiento requerido a través de donaciones para realizar el trabajo.
Una de las opciones planteadas para utilizar el material recolectado durante el dragado es la de imitar el modelo de Holanda. En ese país usaron los sedimentos para la construcción de islas en el lago Markermeer
para impulsar la biodiversidad, teniendo en cuenta que el ecosistema de la zona quedó fuertemente alterado tras la construcción de un dique que separa el lago del banco de agua vecino: el Ijsselmeer.
Los sedimentos que anteriormente transportaban las corrientes empezaron a caer en el fondo del lago, por lo que las aguas se volvieron turbias y disminuyó la población acuática.
El proyecto fue impulsado por Natuurmonumenten (Monumentos naturales), una organización no gubernamental que trabaja por la protección de los recursos de la naturaleza en Holanda. Las islas vieron la luz gracias a las donaciones de particulares y a la colaboración de la entidad con los ministerios de Agricultura y de Infraestructura y Gestión de Aguas, así como asociaciones de pescadores y de protección de la fauna y la flora y las regiones Flevoland y Holanda del Norte.
Esas islas son actualmente áreas protegidas, destinadas exclusivamente a la fauna y flora. El plan podría aplicarse en el lago Ypacaraí de darse las condiciones legales y ambientales, explicó Aguilar.