Exministro insiste en que urge una ley especial para regular política salarial
El PGN 2020 tiene cero margen para reajustes salariales y con lo aprobado ayer se pone en riesgo la funcionalidad de entes. Sería terrible reducir fondos de medicamentos para pagar salarios, advirtió ayer César Barreto.
El economista y exministro de Hacienda se refirió a los ajustes, mayormente en salarios y cargos, que se aprobaron ayer en el Senado. Cuestionó que nuevamente se haya cedido a la presión del funcionariado, más aún considerando que los funcionarios públicos están bien remunerados. Entre otros puntos, se aprobaron ayer una recategorización salarial a funcionarios de la ANDE de 7,3%, reajuste del 16% para docentes desde julio y reprogramación para subir salarios a funcionarios de la Corte Suprema de Justicia.
El economista reconoció que la presión por reajustes salariales es un problema de todos los años en el marco del estudio del Presupuesto, por lo que instó a trabajar desde el próximo periodo en la aprobación de una ley especial que regule la política salarial del Estado.
“No puede seguir esta discrecionalidad. Necesitamos una regla que se aplique para todos los funcionarios públicos de tal manera a alinear las expectativas”, reiteró el exministro. No obstante, Barreto reconoció que para avanzar con un plan de esta magnitud y terminar con el “clientelismo” se requerirá de una firme voluntad política y un compromiso.
En este proceso de regular la política salarial, Barreto añadió que se debe incorporar la meritocracia para acceder y para hacer carrera como funcionario público.
Presupuesto más rígido
Según advirtió, estos aumentos harán más rígido el presupuesto y pueden poner en riesgo la funcionalidad de entes ante una eventual reprogramación que deberán encarar para cumplir con el pago de salarios, como el recorte en algunos servicios, bajar la calidad, entre otros.
Sería terrible reducir fondos de medicamentos para pagar salarios. ¿Cómo se le explica eso a la gente?, se preguntó el economista.
Agregó que el problema con este presupuesto es que tiene cero margen y ya no se puede incorporar nada más. “Ya no hay espacio para más funcionarios o reajustes salariales. No se puede resignar la salud pública para aumentar salarios”, reiteró.
Agregó que tampoco se puede contar con los ingresos adicionales previstos que ya están comprometidos en programas críticos como las Unidades de Salud Familiar.