Niegan presencia de algas en Areguá
AREGUÁ (Por Gladys Villalba Jara). Cuidadores de la playa municipal de Areguá negaron que en los últimos días hayan aparecido cianobacterias, más conocidas como algas tóxicas, en las aguas del lago Ypacaraí. El lunes último, durante una conferencia de prensa en el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), el director de Hidrología e Hidrogeología de ese organismo, José Silvero, dijo que pese a la baja cantidad de agua en el lago habría un ambiente favorable para la proliferación de esas algas.
Ante la supuesta aparición de algas verdes a orillas de la playa, pudimos constatar que todo se trató aparentemente de una falsa alarma. El lago Ypacaraí, cuyas aguas oscuras siguen retrocediendo, dejan al descubierto sedimentos de color negro (lodo).
Pese a la bajante del agua del lago no se descarta la posibilidad de que aparezcan las cianobacterias, como cada año. El monitoreo de la calidad del agua y de la población de algas, básicamente indica que existe una disminución bastante importante de esos organismos, indicó Silvero hace días.
Añadió que el excesivo calor, la poca agua, los nutrientes y sustancias químicas que ingresan en gran volumen al lago a través del arroyo Yukyry y su cuenca, además de la ausencia de un sistema de tratamiento adecuado de efluentes domésticos y la mala costumbre de arrojar residuos al agua, pueden provocar la aparición de las algas tóxicas.
Intentamos hablar al respecto con el director general de Protección y Conservación de la Biodiversidad del Mades, Darío Mandelburguer, pero no contestó nuestras llamadas a su celular y tampoco respondió los mensajes de texto.
Bolsas de arena
El Ministerio del Ambiente presentó otro plan piloto para la recuperación del lago Ypacaraí. Sin embargo, Mandelburguer dijo anteriormente que el dragado no sería la solución para salvarlo debido a la poca cantidad de agua que recibe.
Una de las alternativas para evitar que el agua siga saliendo a través del río Salado, consiste en colocar temporalmente bolsas de arena sobre los gaviones (muros rocosos) existentes en el último cauce mencionado. La segunda opción, en caso de ser “positivo el resultado” de la primera alternativa, se harían obras más permanentes, quizás unas estructuras con compuertas, se informó. En ambos casos, el Mades no cuenta con un presupuesto.