Ahora dice que el Acta adolecía de “graves errores”
El primer designado por el Gobierno para formar parte del Equipo Negociador del Anexo C del Tratado de Itaipú, Ing. Héctor Richer, sostuvo ayer en ABC Cardinal que el Acta Bilateral, firmada por el Gobierno el 24 de mayo del año pasado (y que él trató de justificar durante la crisis política desatada), adolecía de “graves errores”, razón por la cual era inconveniente para nuestro país.
Consultado sobre las acusaciones que le ubican como “vocero y principal defensor” de un acuerdo que casi le cuesta el cargo al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, Richer contestó: “Yo no podía ser vocero y mal podía defender algo en lo cual no participé; no era funcionario del Gobierno, ni de la ANDE ni de Itaipú. Lo que yo sí hice fue emitir opiniones, porque me pidieron explicar en qué consistía ese documento preliminar que se filtró, ya que después fueron saliendo otros que fueron aclarando y contando mejor lo que había pasado”.
Al señalársele que el audio que compartió con un grupo de amigos fue utilizado por gente del Gobierno para defender su posición con relación al Acta, dijo: “El diario publicó el domingo y el lunes unos flyers (folletos publicitarios) que corrieron por las redes sociales, que a mí me molestó muchísimo, porque se hicieron sin mi conocimiento y sin mi autorización, y sacaron totalmente de contexto mis expresiones”.
Insistió en que “en ningún momento” dijo que el Acta era buena, sino que aquel documento buscaba definir la contratación de potencia de ANDE, como se hacía en años anteriores, y la regularización contractual, que no se hacía desde el año 2009. “Mi intención siempre fue solamente explicar, pero nunca apoyar”, acotó.
Sobre su posición actual, después de que todo pasó, Richer manifestó que al ir transcurriendo los días, saliendo más documentos y registrándose “un montón de cosas”, (pudo ver que) hubo cinco grandes errores que se cometieron en las negociaciones:
- Nunca debió haber salido del ámbito técnico, donde “toda la vida” se resolvió esta cuestión.
- Inclusión de más temas de lo necesario: la contratación y la regularización contractual.
- El acta salió a la luz pública como una “filtración”, y quedó con el “mote” de secreta.
- Aun cuando el tema ya estaba en el ámbito diplomático, se tenía la obligación de escuchar a la ANDE.
- La indefinición en cuanto al importante sobrecosto que iba a tener la ANDE con una mayor compra de potencia, que no podía trasladar sobre las tarifas.