Ya nada impide a Putin perpetuarse en el poder
MOSCÚ (EFE). El presidente ruso, Vladímir Putin, dio un golpe de mano y retiró el último obstáculo que le impedía seguir en el poder.
En una histórica intervención ante el Parlamento, se mostró dispuesto a reformar la Constitución para permanecer en el Kremlin hasta 2036.
“Estoy seguro de que juntos haremos aún muchas cosas buenas, por lo menos, hasta 2024. Ahí, ya se verá”, proclamó Putin ante la Duma o Cámara baja.
Si la Corte Constitucional da su luz verde, lo que es bastante probable, Putin podrá permancer en teoría dos mandatos más, hasta 2036.
Putin se queda
Putin apeló al miedo a Occidente, a la sagrada “estabilidad”, a la necesidad de una “fuerte vertical presidencial”, a que el país no está preparado para la “alternancia política” y al respaldo de “la mayoría de la sociedad” para justificar sus planes de no dejar el Kremlin en 2024, como le exige la actual Constitución.
“El mundo cambia. Estos cambios tienen un carácter radical, yo diría irreversible. Ahora, encima, nos llega el coronavirus y los precios del petróleo bailan, y junto con ellos, las divisas y las bolsas”, aseguró.
Putin ya sorprendió al anunciar a mediados de enero una reforma de la Constitución -algo que había dicho que nunca haría-, pero entonces los analistas pensaron que dejaría la presidencia para dirigir los designios del país en la sombra desde un nuevo órgano que sería anclado en la modificada Carta Magna: el
Consejo de Estado.
Ayer, descartó esa opción como “peligrosa” , que “no tiene nada que ver con la democracia ” porque crearía una bicefalia de poder y provocaría “la división en la sociedad”.
Sin embargo, no tuvo reparos en aceptar la propuesta de perpetuarse en el poder.
“Estoy seguro de que llegará el momento cuando el poder supremo, presidencial, en Rusia no será, digamos, tan personalista. Pero toda nuestra historia ha ido por ese camino...”, argumentó.
Los diputados de la Duma adoptaron también todas las otras propuestas que el jefe de Estado presentó en enero y que modificarán el sistema político, las garantías socioeconómicas y afianzarán los valores sociales conservadores que propugna el presidente ruso. También refuerzan el poder presidencial en materia de nombramiento de jueces.
Ésta es la primera revisión de la Constitución desde su adopción en
1993.