ANDE se declara “insolvente” para acompañar medidas de emergencia
La Administración Nacional de Electricidad (ANDE) no está en condiciones financieras ni económicas de suspender o refinanciar las facturas de sus usuarios en general, manifestó su titular, Ing. Luis Alberto Villordo. No obstante, anunció un plan paliativo para el sector industrial.
–¿Qué planes tiene la ANDE para sus clientes para enfrentar esta crisis?
–Estamos en conversaciones en estos momentos con el Ministerio de Industria Comercio (MIC). Son algunas cuestiones administrativas que nosotros implementaremos, y según el decreto vigente podemos hacer algunos ajustes técnicos y con ello traer algún beneficio, principalmente al sector industrial.
–¿Suspendería de facturas?
–La ANDE no está en condiciones económicas ni financieras para hacer una condonación del pago de el pago
facturas. De hecho, inclusive la refinanciación solamente implicaría fuertes sumas de dinero que el Ministerio de Hacienda debería, eventualmente, proveernos mensualmente.
–El Salvador, por ejemplo, decretó la suspensión por tres meses del pago de las facturas.
–Lo escuché, pero para nosotros es imposible. Imagínese que solamente para refinanciar aquellas categorías que consumen hasta G. 300.000 (tarifa social) y para aquellas Mipymes que consumen hasta G. 2.500.000 necesitaríamos un apoyo de caja de Hacienda de US$ 30 millones mensuales, aproximadamente, para asegurar nuestro flujo de caja nada
más. Hemos analizado otras alternativas, pero necesitaremos mucho dinero.
–¿Y para las empresas que hay, porque también estarían siendo golpeadas?
–Las industrias normalmente utilizan tarifas monómicas o binómicas, pero con potencia reservada, entonces estamos viendo una flexibilización en ese sentido. Antiguamente la potencia reservada se podía cambiar cada 12 meses. A mediados del año pasado hemos cambiado ese plazo y dado la posibilidad de hacer dos modificaciones en el año (cada seis meses, hacia arriba o hacia abajo). Con eso uno le está dando a las empresas una flexibilidad estacional al consumo.
–Pero, ¿eso ya existe? –Ahora, en esta fase de crisis, estamos analizando que se puedan hacer modificaciones todavía más cortas. Por ejemplo, la industria textil está teniendo problemas, tiene potencias reservadas muy elevadas. Además, los hoteles, que trabajan sobre una potencia reservada promedio estacional, hoy están recibiendo
menos turistas. Estamos tratando el caso de las industrias, que también tienen una potencia reservada para acompañar la producción, y como ésta cayó, entonces estamos tratando de ver cómo podemos auxiliarlas.
–¿Y las tarifas permanecerán tal como están?
–No las vamos a tocar, pero sí vamos a establecer la posibilidad de que el cliente
industrial-empresarial pueda disminuir todavía la potencia reservada, de modo a evitar esa suerte de penalización que tienen en el caso de que no lleguen a utilizar la potencia que eventualmente haya reservado, y que inclusive puede reprogramar para los próximos meses. Esto sí podemos hacerlo nosotros administrativamente, y tenemos el respaldo legal.