Les afectan precio bajo, sequía y coronavirus
FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). El sector ganadero del Chaco y de Boquerón en particular pasa por una situación muy difícil. “Creo que debemos tener en cuenta que para nuestro sector en este momento se están sumando cuanto menos tres problemas: la sequía, los precios bajos del ganado y el coronavirus”, dijo ayer a esta corresponsalía el titular de la Asociación Rural del Paraguay ARP), Regional Boquerón, Werner Schroeder. Señaló que la sequía lleva a muchos a ser forzados a vender o rematar sus animales, ante la falta de pasturas y en algunos casos agua, teniendo en cuenta que está viniendo el invierno, temporada seca.
Remarcó que el precio del ganado en las ferias o frigoríficos es otro problema “que deja a los ganaderos prácticamente en una situación donde la ganadería ya no es rentable”. A esta situación se asocia el covid-19, que prácticamente paralizó el mercado a nivel nacional e internacional, lo que lleva los precios otra vez por el piso. “Los frigoríficos no tienen salida de sus productos, por lo tanto se frena toda la cadena de producción. La preocupación es grande”, admitió.
Flexibilizar medidas
Schroeder sostuvo que la cuarentena afecta todo el proceso productivo. “Si bien es necesaria, pero no sabemos en qué medida. Espero que la cura no sea peor que la enfermedad. Corremos el serio riesgo como país, de que la economía nos caiga en picada y la situación económica de la gente, que el Gobierno no va a poder sostener por mucho tiempo, por lo que considero que las medidas de la cuarentena deben ser flexibilizadas”, añadió.
Adelantó que la actual crisis reducirá muchas inversiones a corto plazo en el campo, principalmente debido a los precios bajos, y a largo plazo, todo dependerá de la expectativa del mercado mundial. Los gastos y créditos que saca el Gobierno al final siempre paga el ciudadano, “por eso solo una economía en marcha puede atenuar el efecto de esa crisis en el Chaco por los próximos años”, acotó.
Sostuvo que, históricamente, el sector agroganadero ha sido el motor de la economía del país, por lo que el Gobierno debe intervenir en obras, flexibilizar aún más los créditos y apoyar al campo y la industria, cuidando la Salud, pero manteniendo un país en producción.