A 75 años de la caída del nazismo
La derrota de la Alemania nazi el 8 de mayo de 1945 determinó el fin de la Segunda Guerra Mundial en el frente europeo, y significó la caída de uno de los regímenes más nefastos y sangrientos (después del comunismo) que la humanidad haya conocido, con millones de víctimas inocentes.
Tras la firma del Tratado de Versalles, que imponía duras condiciones a la Alemania vencida en la Gran Guerra (que luego la conoceríamos como la Primera Guerra Mundial), el pueblo alemán quedó con profundas frustraciones que serían el campo propicio para el surgimiento de ideas radicales, que prometían una reivindicación para Alemania.
Así, Adolf Hitler, austriaco de nacimiento, pero que militó en las fuerzas alemanas durante la Primera Guerra, logró reunir en torno a sí, primeramente a un pequeño grupo, y luego a toda una nación, en torno a ideas de resurgimiento nacional, pero envenenadas con el ultraviolento racismo que caracterizó a esa ideología.
Hitler prometía, no solo levantar de nuevo a Alemania como potencia, sino “limpiarla” de todo elemento que no cuadraba en el ideal de la sociedad nazi, una constituida solo con miembros de la “superior raza aria”.
El Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, originalmente un insignificante partido en el conflictivo escenario político de la Alemania de posguerra, sería elevado hasta ser un poderoso partido de masas, con el inflamatorio discurso hitleriano.
Tras diversas elecciones, en las que el Partido Nazi iba ganando cada vez más votos, finalmente el 30 de enero de 1933, Hitler era nombrado Canciller del Reich, con el apoyo de los líderes de otros partidos que pensaban que podrían controlarlo.
Pero, el Führer iría desplazando del espectro político a cualquiera que pudiera interponerse en su camino al poder absoluto.
La “Noche de los Cuchillos Largos”, entre el 30 de junio y el 1 de julio de 1934, mostraría el alcance de esa decisión.
Esa noche, bajo el singular nombre de “Operación Colibrí”, fueron asesinados o encarcelados centenares de referentes políticos que pudieran representar una amenaza real o eventual al poder total del Partido Nazi y de su líder, Adolf Hitler.
Como parte del terror nazi, en la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, ocurrió otra matanza, conocida como la “Noche de los Cristales Rotos”, contra los judíos en Alemania.
Sinagogas, viviendas, locales comerciales, fueron atacados por hordas nazis provocando el asesinato de un centenar de personas y la detención de miles, que pasarían a engrosar los terribles campos de concentración y de exterminio.
Afianzado con mano de acero el poder dentro del país, el régimen nazi se dedicó también a extender su dominio a países vecinos, con población germana.
El 12 de marzo de 1938, Alemania anexó a Austria.
El 15 de marzo de 1939 ocupaba Bohemia y Moravia,
en Checoeslovaquia.
Finalmente, tras un tratado firmado con el régimen también totalitario de los comunistas de la URSS, se lanzó sobre Polonia el 1 de setiembre de 1939, dando inicio a la Segunda Guerra
Mundial, con más de cinco años de dolor y muerte, hasta lograr el 8 de mayo de 1945 la derrota del régimen nazi.