Ideología de terror y muerte
El nazismo sostiene que el germano, al que llama “raza aria”, está por encima de los demás pueblos del mundo.
Asimismo, considera a determinados grupos como enemigos directos, o particularmente “inferiores” o “degenerados”, los que tienen que ser eliminados de su “sociedad ideal”.
Los judíos fueron elegidos por lo nazis como el chivo expiatorio de todos lo males de la sociedad alemana.
Esto resulta intrigante dado que la comunidad judía alemana era quizás la más integrada en la sociedad de su país.
En otros estados de Europa existían barriadas judías enteras, y también el sentimiento antisemita era más profundo que en la sociedad alemana.
Sin embargo, los nazis los convirtieron en su enemigo principal, lo que llevó al Holocausto, el genocidio de unos 6 millones de judíos durante su régimen.
Fueron muertos en campos de exterminio dedicados especialmente para ello, pero también en purgas y matanzas en diferentes países conquistados; así como el confinamiento hasta provocar la muerte por inanición, como en el gueto de Varsovia, o haciéndolos trabajar hasta morir.
Los gitanos, eslavos, liberales, comunistas, católicos, homosexuales, discapacitados físicos y mentales, entre otros, fueron personas también atacadas y asesinadas, por el solo hecho de pertenecer a esos grupos.
La humanidad recuerda hasta hoy, con horror, esas matanzas.