Piensan en más préstamos por el desplome de las recaudaciones
LA ECONOMÍA SE FRENA POR EFECTO DE LA CUARENTENA Y CAE FUERTEMENTE LA RECAUDACIÓN
El Gobierno tendrá listo la próxima semana el plan de reactivación económica pospandemia y todo apunta a que planteará un nuevo endeudamiento para financiar parte de la inversión y los gastos corrientes del Estado.
La fuerte caída de los ingresos tributarios al cierre de abril como consecuencia de la cuarentena implementada para evitar la expansión del coronavirus o covid-19 no deja margen de maniobras al Ministerio de Hacienda que haga pensar que no se recurrirá a más préstamos.
Al cierre del cuarto mes del año, la recaudación de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) fue de unos US$ 102 millones, lo que implica una caída del 54%; en tanto, Aduanas ingresó en abril US$ 65 millones, lo que representa una reducción del 50,5%. Eso, teniendo dos meses sin la cuarentena (los números únicamente de abril son mucho peores).
El panorama para lo que resta del año no es nada alentador, las estimaciones hablan de una caída del producto interno bruto (PIB) de entre 1% y hasta 3%, de
acuerdo a los organismos internacionales, consultoras privadas y el mismo Banco Central. Los salarios pagados al personal de la administración central, sin embargo, superaron los US$ 212 millones en marzo, a lo que se deben agregar las jubilaciones y pensiones, lo que claramente indica que los fondos disponibles no alcanzarán y que en realidad la idea es cargar más deuda sobre la ciudadanía para mantener el aparato estatal sin reformas.
Este temor ya lo expresaron analistas económicos, empresarios y la ciudadanía en general, a través de los medios y las redes sociales, adelantando “un no rotundo a cualquier nuevo endeudamiento del país porque se volverá insostenible”, más aún cuando existen dudas sobre la transparencia en el uso de los recursos.
La deuda pública a marzo
alcanzó US$ 9.606,2 millones, lo que representa 26,4% del PIB, muy cerca ya del tope considerado razonable para Paraguay por los organismos financieros internacionales. Empero, esta cifra aún no incluye los bonos por US$ 1.000 millones colocados a fin de abril en el marco de la ley de emergencia sanitaria.
La referida normativa autorizó un endeudamiento de US$ 1.600 millones para financiar, entre otros, gastos de salud para enfrentar el covid-19, subsidios para trabajadores informales y formales, así como también el funcionamiento del Estado, este último incluye el pago de salarios.
Este nivel del pasivo llevará el déficit fiscal este año a 5% o 6% (autorizado por ley de emergencia) y para volver al tope de 1,5% establecido en la ley de responsabilidad fiscal, en Hacienda
consideran que se necesitarán entre 3 y 4 años.
El ministro de Hacienda, Benigno López, dijo el último miércoles que el plan de reactivación demandará US$ 2.000 millones, pero que se utilizarán recursos disponibles de préstamos ya aprobados y que solo en caso de necesidad se pedirá un nuevo crédito por debajo de US$ 500 millones y sería para un tercer pago de subsidios a
informales y formales. López aseguró que con los fondos no se cubrirán gastos corrientes o salarios, ya que estas erogaciones se financiarán con los recursos provenientes de la recaudación.