Yacyretá, presa de las urgencias de la ANDE

Las acentuadas oscilaciones en el diagrama de aprovechamiento de la energía de Yacyretá en el mercado paraguayo prueba, en forma inquietante, que este costoso complejo hidroeléctrico (financiera, territorial y ambientalmente), inclusive en los últimos 16 meses, sigue prisionera de las urgencias coyunturales de la ANDE y, obviamente, de la ausencia de una política nacional en lo atinente a las binacionales.

Si trazamos una curva, como las que exhiben cotidianamente las autoridades sanitarias del país con la intención de graficar el número de infectados por el covid-19, veríamos que entre enero de 2019 y abril del presente ejercicio, hay una diferencia in j usa tificablem ente acentuada entre sus picos y sus niveles de mayor depresión.

De acuerdo con los registros de las oficinas paraguayas de la entidad binacional, en el lapso que estamos observando, el pico más elevado de la curva se localiza en noviembre del año pasado con 291 GWh (1 GWh = 1.000 MWh) y el más bajo en julio del mismo año, con tan solo 10 GWh.

Dicho de otro modo, en noviembre del año pasado, el mercado eléctrico paraguayo pudo aprovechar el 21,75% de la producción de Yacyretá en ese mes de 2019, un verdadero Everest en nuestra singular cordillera, pero cinco meses antes, en julio, nuestra curva se había precipitado hasta niveles que solo medían 10 GWh, el 0,73% del total que generó Yacyretá en ese mes.

En rigor, la caída en picado había comenzado en marzo, cuando la cantidad de GWh que retiró la empresa eléctrica estatal de la hidroeléctrica binacional descendió a 75 GWh, luego de haber alcanzado en febrero, también de 2019, 161 GWh.

La tendencia bajista del consumo paraguayo de la energía de Yacyretá duró cinco meses. de 75 GWh en marzo cayó a 15 GWh en abril, a 14 GWh en mayo, 13 GWh en junio, y tan solo 10 GWh julio.

¿Qué pasó? Esta pregunta fue disparada, muchas veces a bocajarro, en más de una ocasión de los responsables del mercado eléctrico nacional. La respuesta, por cierto muy poco convincente, fue que la energía de Yacyretá era más cara que la de Itaipú.

Debe recordarse, empero, que debido a las hasta ahora insolubles contradicciones de la entidad binacional, la ANDE le paga alrededor de US$ 22/MWh menos que a Itaipú; luego, el argumento del alto costo no se sostiene. Este año, luego de los picos de noviembre y diciembre, la tendencia hacia abajo volvió a manifestarse, hasta marzo, mes en que alcanzamos el segundo pico más elevado de nuestro diagrama: 266 GWh (20,5%), para que vuelva a caer casi 60% en abril último.