Iglesia pide reforma y fin de corrupción y populismo
MENSAJE DEL ARZOBISPO EN EL TEDEUM POR LA INDEPENDENCIA
Mons. Valenzuela reclamó urgente reforma del Estado y acabar con la corrupción y el populismo
Con ironía dijo que los populistas parecen amar tanto a los pobres que tienden a multiplicarlos
Fue un tedeum inusual, sin la presencia física del Presidente y con solamente seis asistentes
Arzobispo pidió que la Iglesia sea incluida en la flexibilización para poder recibir a sus fieles
Urgente reforma del Estado, mejor educación y eliminación de la corrupción, reclamó ayer el arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, en el tedeum por la patria. Indicó que el virus del covid-19 nos desestabilizó social y económicamente, y hasta amenaza con silenciar la vida religiosa. Invitó a superar el populismo “que tiende a amar a los pobres, pero por eso mismo los multiplica”.
El tedeum se realizó en la Catedral Metropolitana, a la que se ingresó por una de las puertas laterales. Solo quienes estaban en la lista pasaban hacia un puesto donde se tomaba la temperatura corporal, y una vez desinfectadas las manos con alcohol, se pasaba al interior. Además de Valenzuela, estaban allí el secretario de la Nunciatura, monseñor Renato Kucik, otros dos sacerdotes, el pastor evangélico Santiago Maldonado y la representante de la Iglesia Ortodoxa Marina Golabyna, todos ellos separados a una prudencial distancia.
En su homilía, Valenzuela destacó la Independencia del Paraguay y la amenaza que significa para la humanidad “el enemigo invisible” como es el covid-19. Pidió valorar el trabajo que realiza la Iglesia y reclamó que sea incluida “cuanto antes en la cuarentena inteligente para recibir a sus fieles”.
Al referirse a la crisis sanitaria que afecta a la humanidad, dijo que es una ocasión para renacer. “Este replanteamiento sereno y crítico debe privilegiar... a los pobres en quienes hay que pensar planteándonos su futuro digno”, indicó.
Reforma del Estado
Una vez más el arzobispo urgió la reforma del Estado. “Qué bueno sería que los políticos y patriotas asuman la urgente reforma del Estado que debe ser orientada bajo la luz de la verdad, cuyo fin debe ser la justicia y su fuerza motivadora, el amor a Dios y al prójimo, bajo la base sólida de la Constitución Nacional y el Estado de derecho que debe velar por la distribución justa y equitativa de los bienes públicos. Es un clamor histórico que se supere el populismo que se va imponiendo y que tiende a amar a los pobres, pero por eso mismo los multiplica”, indicó.
Valenzuela también reflexionó sobre el aporte de la Iglesia a la educación y en ese sentido apuntó que a causa de la pandemia muchas de sus instituciones reciben subvención del Estado, pero en proporciones distintas y otras, a través de una economía solidaria, sostienen a instituciones que de por sí no tendrían la posibilidad de subsistir... “Pero nos encontramos en la imposibilidad de continuar con la educación si no tenemos una ayuda del Estado. En este caso nos veremos obligados a cerrar nuestras instituciones por la insostenibilidad económica, y esto causaría un perjuicio, no solo a los alumnos, docentes, personal administrativo, sino a la misma Educación Nacional”. resaltó.
En otro momento, indicó que la pandemia llevó a perder la libertad, don precioso de Dios. “Nos estamos sometiendo, sin embargo, por miedo, a un sistema totalitario, donde el Estado emerge como el poseedor de la verdad y de la vida, de la seguridad y de la salud. Mientras tanto el virus nos desestabilizó social, económica, culturalmente y hasta amenaza con el silenciar la vida religiosa”, indicó.
Valoró el temple guaraní por su obediencia y prevención y felicitó la creatividad que el pueblo sencillo ha demostrado confeccionando tapabocas y entregándolas gratuitamente al personal de blanco.
De cara al futuro, abogó por un replanteamiento nacional. “Superemos la codicia y juntos eliminemos la corrupción y la impunidad. Nuestro futuro es regresar cuanto antes a la vida normal, pero con una mentalidad nueva, más solidaria con los últimos y los pobres, más coherentes en el respeto de la justicia y cero de impunidad ante los que se aprovechan de los bienes y de los recursos ricos del país… Volvamos cuanto antes a la democracia, a la vigencia efectiva de la Constitución Nacional, a las organizaciones sociales, culturales, religiosas, libres de imposiciones foráneas”, concluyó.