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hace 35 años el emblemático barco Aquidabán navega por el río Paraguay, desde Concepción hasta comunidades del departamento de Alto Paraguay. Es prácticamente la única embarcación de pasajeros y cargas que realiza viajes hacia las poblaciones del norte de nuestro país ante la ausencia del Estado en materia de este tipo de servicio para beneficio de los moradores que hacen presencia y defienden la soberanía en esta zona de fronteras.
El transporte de mercaderías y pasajeros es de vital importancia, sobre todo en los largos meses de aislamiento cíclico que sufre el departamento por la precariedad de los caminos de tierra.
En la época del régimen stronista llegaban a estas zonas los navíos de la flota mercante del Estado, eran dos modernos barcos conocidos como “paquetes”.
Estos viajes, pese a representar pérdidas económicas en aquel entonces, era subsidiado por el Estado, atendiendo a que los tripulantes eran asalariados públicos. Con la llegada de la democracia, lamentablemente, el servicio terminó.
El sector privado se ocupó de brindar este tipo de transporte. Fueron varias las pequeñas lanchas que por largos años que realizaron viajes a esta región, muchas de ellas quedaron rezagadas en el tiempo debido a que sus dueños no pudieron aguantar los costos de mantenimiento.
El Aquidabán es prácticamente la única sobreviviente y ahora sus dueños también sienten el impacto económico producido por la crisis del covid-19. Decidieron suspender los viajes temporalmente, en principio, por lo que la población del norte del Chaco queda aislada, una vez más, en materia de transporte.
Para que el barco Aquidabán continúe navegando y para que los pobladores de las alejadas poblaciones no se queden sin el vital servicio, el Estado debería subsidiar una parte del costos de los viajes, así como lo hace con los empresarios de buses a pesar del pésimo servicio que brindan a la ciudadanía.