Comunidades nativas continúan encerradas
FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). La mayoría de las comunidades indígenas del Chaco Central mantienen cerrados sus accesos y aplican un estricto control sanitario de los vehículos que quieren entrar. Exigen uso de tapabocas y desinfectación de manos.
En la comunidad urbana Uj’e Lhavos de los nivaclé es una de ellas. El líder Basilides Urquiza indicó que al principio no entendían de qué se trata una cuarentena sanitaria, pero luego fueron tomando conciencia.
Se realizó una campaña en la comunidad y se les formó a las personas que hacen de guardias de seguridad para controlar los vehículos y las personas que deseen ingresar o salir. Cuidan principalmente que los niños no sean expuestos por sus madres, mencionó Urquiza.
Ahora, con el frío, salen las ancianas de la comunidad, como es su costumbre, en busca de leña en bosques cercanos, explicó.
Durante la cuarentena total la mayoría de la comunidad, unas 5.000 personas, perdió sus medios de ingreso, señaló Urquiza. Esa situación desesperó a muchas familias, pero los kits de productos que recibieron como apoyo de la Municipalidad, la iniciativa Chaqueños por Chaqueños y la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) permite contar con un poco de provistas en las casas, dijo.
Ahora la situación laboral se está mejorando, con la mitad de la población activa nuevamente, como albañiles, maquinistas, empleadas domésticas y otras fuentes de ingresos económicos.