La paz de los chaqueños
El 12 de junio se cumplieron 85 años de la firma del Protocolo de la Paz del Chaco (1932-1935) entre Paraguay y Bolivia. El sacrificio para poder conservar el territorio en disputa significó la muerte de unos 35.000 soldados del glorioso ejército verde olivo del Paraguay y numerosos quedaron lisiados, secuelas de la contienda que marcaron sus vidas para siempre, así como el hambre y la sed que sufrieron en el “infierno verde”.
El ideal de los valientes jóvenes que no dudaron en ofrendar sus vidas en defensa del territorio paraguayo que se encontraba amenazado, lastimosamente quedó en el recuerdo y actualmente, mirando la realidad que se vive en la Región Occidental, pareciera que el inconmensurable sacrificio fue en vano.
En el departamento de Alto Paraguay más del 60% de las tierras se encuentran en poder de extranjeros. Esta afirmación no tiene como ánimo promocionar la xenofobia, sino solamente hacer una observación de la realidad actual de una parte importante del Chaco paraguayo y que tiene límite con Bolivia.
Mientras la mayoría de las instituciones públicas con oficinas en el Chaco, principalmente en el Alto Paraguay, como gobernaciones y municipalidades, son administradas por personas corruptas, varios con procesos judiciales y algunos condenados por “mal uso del dinero público” como “elegantemente” se le llama al robo de los recursos del pueblo.
Las consecuencias sufren las poblaciones a las que se les priva de inversiones que les permitan una mejor calidad de vida.
En el campo ambiental, desde hace años se realiza una salvaje depredación de la fauna y flora ante la ausencia de las entidades de control, como el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) y el Instituto Forestal Nacional (Infona), ni hablar de la Policía Nacional, del Ministerio Público, las comunas y las gobernaciones.
La paz efectiva de una población no solamente radica en la ausencia de guerra, sino en la seguridad social que tanto hace falta en el Chaco, principalmente en Alto Paraguay.
Está en manos de las autoridades, de los gobiernos central, departamental y municipales e instituciones de auxilio revertir el panorama para “honrar” la memoria de los que combatieron para legarnos el valioso territorio chaqueño.