Stiglitz aboga por abandonar el PIB
Para el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, la pandemia del coronavirus puso de manifiesto que la economía mundial funciona sin red de seguridad y abogó por sustituir el PIB por un mejor indicador de la salud económica de un país.
Consultado sobre cuál debería ser la base de este cambio hacia una economía más sostenible, respondió que “deberían pensar en qué tipo de economía queremos después de esta pandemia. Y no deberíamos volver a donde estábamos. Sabíamos entonces, y sabemos aún más hoy en día, que había muchas desigualdades. Debemos llevar la economía en una dirección que refleje todas estas preocupaciones. El PIB no es una buena medida. El PIB no tiene en cuenta las desigualdades”.
Añadió que “el indicador más importante es el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero. No solo el CO2, también el metano. Cada uno de ellos tiene diferentes dimensiones, como su vida útil y su poder”.
¿El cambio a un nuevo modelo de crecimiento está influenciado por las herramientas que usamos para medirlo? Stiglitz consideró que “los indicadores son importantes en dos aspectos. En nuestro nuevo informe (para la OCDE), subrayamos que si hubiéramos tenido mejores medidas, habríamos tenido una mejor idea del daño que la crisis de 2008 estaba causando. En términos más generales, deberíamos trabajar en una mejor medición de la salud de la economía, para ver hasta qué punto nuestras políticas de estímulo están mejorando realmente nuestras sociedades.
Nuestro enfoque en el PIB nos priva de ver que la sociedad que hemos creado no es resiliente. No nos ha permitido calcular la fuerza de nuestra economía.
Para explicar su idea dijo que “hay una gran diferencia entre si un vehículo tiene una rueda de repuesto o no. Pero en la forma en que medimos el PIB, un vehículo sin rueda de repuesto es más eficiente que un vehículo con rueda de repuesto porque cuesta menos. Hemos creado una economía sin rueda de repuesto, sin camas de hospital adicionales, no nos hemos preparado para la pandemia, no hicimos muchas cosas que nos hubieran permitido responder mejor a ella”.
Preguntado sobre si cree en una recuperación “verde”, indicó:
“Tengo esperanzas, especialmente en Europa. Pero tenemos que seguir trabajando. El mundo se comprometió a ser neutro en carbono para 2050. Es un paso muy positivo, pero no basta con tener esa aspiración, hay que empezar a gastar dinero. La pandemia nos está empujando a empezar a gastar ese dinero”.
Agregó después que “necesitamos ayudar a la gente a reconvertirse, dirigirlos a otros trabajos. No hacer esa transición tendría un costo extremadamente alto para el mundo. Tenemos que reconocer que algunos estarán peor. Pero también asegurarnos de que estén debidamente protegidos y ayudarles a dirigirse a otras áreas de producción”.