OIEA reclama al régimen de Irán por actividades nucleares sospechosas
La Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), agencia de la ONU, “llama al orden” a Irán por no aceptar la inspección de dos lugares sospechosos utilizados en el pasado para actividades nucleares no declaradas.
El régimen fundamentalista de Irán siguió produciendo uranio enriquecido por encima de los límites permitidos por el acuerdo nuclear de 2015 y no
respondió a las dudas expresadas por el OIEA.
Las dudas del OIEA incluyen la limpieza de una instalación supuestamente usada de forma no declarada,
almacenamiento de material nuclear y partículas de uranio natural procedentes de un sitio desconocido.
El de ayer es la primera resolución crítica contra Irán en esta agencia de la ONU desde 2012 y fue adoptado en un contexto de creciente tensión debido al programa nuclear de Teherán.
Durante las discusiones que precedieron el voto, Teherán avisó a los 35 miembros del Consejo de que
“una decisión política comprometería el nivel actual de cooperación entre Irán y
la Organización” . La inspección de los agentes de la OIEA de ciertos lugares vinculados al programa nuclear iraní es clave en la cooperación y uno de los pilares del acuerdo internacional de 2015, firmado entre Teherán y la comunidad internacional para impedir que Irán se dote de armas nucleares.
El texto votado recuerda
a Irán su obligación de cooperar con la OIEA, pese a que Teherán se niega desde enero a permitir el acceso a dos lugares y explicar sobre un tercero.
La resolución fue presentada por Alemania, Francia y Reino Unido, y China y Rusia votaron en contra. Estos países se esfuerzan por presentar una posición única para salvar el acuerdo de 2015,
que está en la cuerda floja tras la retirada unilateral de EE.UU. en 2018.
En este momento, un texto así tendría sobre todo un valor simbólico, pero puede ser el preludio de una transmisión del caso al Consejo de Seguridad de la ONU, que sí puede adoptar sanciones.
Las presuntas actividades nucleares que la agencia de la ONU quiere verificar se habrían llevado a cabo hace 15 años en Irán. Nada indica que continúen o que sean una amenaza en este momento.
Teherán considera que no puede “satisfacer todas las solicitudes fundadas en acusaciones malintencionadas fabricadas por sus enemigos” y acusa a Israel de ser el origen de las discusiones.