Medida cautelar para dueños de Korochire
Una medida cautelar del juez de primera instancia de Puerto Casado, Juan Carlos Blatter, ordena que no se les impida el ingreso a la estancia Korochire a sus propietarios, los hermanos Garcete Fleitas. En el 2019 lograron recuperar el inmueble de 12.000 hectáreas.
PUERTO CASADO, Dpto. de Alto Paraguay (Carlos Almirón, corresponsal). Los hermanos Garcete Fleitas fueron expulsados en el año 2016 de la propiedad de 12.000 hectáreas. En el 2019 lograron recuperar el inmueble, no así las 2.000 cabezas de ganado registradas por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa). Los Garcete Fleitas habían denunciado que detrás del despojo que sufrieron estaba el exsenador Óscar González Daher procesado junto a su hijo Rubén González Chaves por enriquecimiento ilegítimo, lavado de dinero y declaración falsa.
La propiedad se localiza a unos 50 kilómetros del camino público y para llegar al lugar se debe pasar por caminos privados de otros establecimientos ganaderos.
Alicia Garcete, quien se constituyó en baluarte de la familia en la lucha por revertir el despojo que sufrieron, dijo que tuvieron que recurrir nuevamente a los estrados judiciales para solicitar una medida cautelar que les permita pasar sin dificultad por las estancias a fin de llegar a su propiedad.
La mujer dijo que existen portones cerrados con llave y custodiados por guardias privados. Cumpliendo órdenes evitaban el paso de toda persona que pretenda llegar a la estancia Korochire, dijo.
A partir de la orden firmada por el juez de primera instancia de Puerto Casado, Juan Carlos Blatter, fueron acompañados por efectivos policiales para que se cumpla la disposición. Ahora esperan por fin poder trabajar sin dificultad, dijo la mujer.
Antecedente
La propiedad en cuestión tiene en total 40.000 hectáreas, 12.000 de las cuales, en el año 1962 comenzó a poblar don Ramón Garcete junto a su familia. Varios de sus hijos nacieron en el lugar, según relataron.
En el año 2011 comienza el calvario de la familia Garcete Fleitas, cuando aparece un supuesto dueño de las tierras donde vivían desde hace más de 50 años. En el 2016 una orden judicial les expulsó del lugar, sin que pudieran disponer de sus 2.000 cabezas de ganado.
En noviembre del año 2019 otra orden judicial les devuelve la propiedad, pero los vacunos ya no se encontraron en el establecimiento.