Incertidumbre también juega en contra de reactivación
Aunque se habilitara mañana mismo la fase 4, existen sectores que ya no podrán recuperarse este año, advierte el economista Manuel Ferreira. Alega que ante la incertidumbre, el Gobierno debe prever acciones por lo menos hasta fin de año.
El economista y exministro de Hacienda Manuel Ferreira indicó ayer a ABC que la incertidumbre y la fobia social que se genera en torno al covid-19 hacen que la gente se mantenga cautelosa en sus gastos e inversiones. “Que se abra mañana la fase 4 no garantizará que la gente salga masivamente a comprar. Definitivamente hay sectores que no se recuperarán ya este año y vamos a terminar el 2020 con muchas empresas en quiebra”, reflexionó, haciendo referencia a la postergación por dos semanas más de la fase 3.
Muchos eventos se postergaron para el año que viene, no se realizan fiestas ni cumpleaños, ni bodas que son los que mueven las compras. Ahora, ¿quien se arriesga para ir al centro comercial para comprar ropa sino es muy indispensable? preguntó. Muchos rubros que dependen de los eventos están parados y seguirán así probablemente por un buen tiempo, aunque se les permita activar en la siguiente fase. Ferreira sostiene que el ciudadano convive con la incertidumbre y la fobia social, además de los ingresos deprimidos y que esto no va cambiar en meses.
Según detalló, nuestra economía está funcionando en un 80%, en tanto que volver al 100% de productividad llevará su tiempo.
Ante esta situación, este 20% de la actividad económica que está más comprometida recae sobre los servicios de hotelería y turismo, organizaciones de eventos, tiendas y boutiques, centros comerciales, entre otros. Probablemente hay sectores (de los informales) que todavía requerirán la ayuda estatal, por de pronto hasta fin de año.
El Gobierno comunicará el próximo lunes sobre el nuevo plan de reactivación, en el que se prevé también mayor acción para las mipymes afectadas y subsidios a sectores vulnerables.
Según Ferreira, hasta tanto no se tenga una solución definitiva sobre el control de esta enfermedad, como una vacuna o un protocolo de tratamiento efectivo, la incertidumbre va persistir.
Para este año se proyecta una retracción del 2,5% en el PIB y una baja del 6% en el consumo privado.