Preocupa anomalía del campo magnético en zona del Río de la Plata
MONTEVIDEO (EFE). Tecnologías del día a día como el GPS funcionan gracias al campo magnético terrestre que, además de ayudar a no perder el norte, protege contra la radiación cósmica que puede provocar apagones o alterar brújulas. Un “regalo” para la vida que no funciona igual de bien en el Río de la Plata.
El territorio que comprende Uruguay y partes de Paraguay, Brasil y Argentina se encuentra en el núcleo de la anomalía del Atlántico Sur, una región que abarca desde Sudamérica hasta África en la que el campo magnético es más débil, por lo que resulta “más vulnerable” a los efectos de la radiación, explica en una conversación con EFE la directora del Observatorio Geofísico de Uruguay, Leda Sánchez.
“A unos 3.000 kilómetros bajo nuestros pies, se encuentra un océano de hierro fundido: el núcleo exterior del planeta. En contacto con el manto, este núcleo se enfría, generando unas corrientes de convección que provocan un ‘efecto dínamo’ -similar al de las bicicletasque crea el campo geomagnético”, relata la directora del Laboratorio de Magnetismo Espacial del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) de España, Marina Díaz. Este “regalo” para la vida en la Tierra hace “pantalla” ante la radiación que llega del espacio.
Sin embargo, este escudo no es igual en todo el globo, pues varía de las 65.000 nanoteslas en los polos a las 35.000 en el ecuador y se reduce hasta las 22.500 en la anomalía del Atlántico Sur, precisa Sánchez, por lo que esta región queda más vulnerable, especialmente ante las tormentas solares, que ya provocaron apagones en Uruguay y en Sudáfrica, según los registros de la física uruguaya.