Involución, ¿del chespi a la marihuana?
El estudio de prevalencia de consumo de estupefacientes del Observatorio de Drogas reveló que el bajo costo de la cocaína fumable, residuo del clorhidrato de cocaína, denominado como chespi o crack, favorece su circulación de manera acentuada, tanto en sectores vulnerables de la población como en los colegios públicos, privados y subvencionados.
El porcentaje de consumo de esta sustancia en instituciones educativas públicas es del 1,2%, mientras que en las subvencionadas el rango de personas que consumieron fue de 0,8% y 0,6% en privadas.
El estudio que estuvo enfocado en la población escolar de 12 a 17 años resaltó que los varones fueron quienes más experimentaron con marihuana, cocaína y crack.
Años atrás el crack arrasó en cuanto a consumo, por su bajo costo (G. 5.000 por dosis), sin embargo, esta situación se está revirtiendo y la marihuana está encabezando nuevamente el índice de consumo.
Los jóvenes anteriormente incluso se iniciaban directamente con crack y no es que iban escalando en cuanto al nivel de efectos que buscaban. Actualmente, se inician con marihuana y permanecen con esta, que produce menos daños en la salud que el chespi que afecta primero los dientes, las vías respiratorias, así como los pulmones y órganos vitales.