ABC Color

Una multimillo­naria pareja en el Este del país

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Entre 2003 y 2006, el entonces ministro de Obras Públicas José Alberto Alderete consiguió aumentar su patrimonio en cerca de G. 3.000 millones, según las declaracio­nes juradas que presentó ante la Contralorí­a General. No declaró una casa quinta en Villeta.

Alderete se inició en la función pública a principios de la década de 1990. Recién egresado de la facultad, sus compañeros hasta hoy recuerdan que vivía en un humilde departamen­to alquilado y compartido.

Para 2003, los días del andar humilde habían quedado atrás. Para ese entonces, declaraba activos por más de G. 3.075 millones. Y era propietari­o de dos inmuebles en San Bernardino y Fernando de la Mora, dos camionetas del año y andaba con G. 120 millones en efectivo. Eso sí, Alderete debía G. 1.200 millones.

Tres años después, en 2006, cuando dejó el Ministerio de Obras para asumir como presidente del Partido Colorado, las deudas ya no eran un problema para Alderete.

En ese entonces, declaraba un patrimonio neto de G. 2.969 millones. Tenía dos camionetas, aunque no declaró inmueble alguno.

Andaba con G. 10 millones y

US$ 250.000 en efectivo, unos G. 1.450 millones para el cambio de la época.

Curiosamen­te, Alderete no declaró inmueble alguno en 2006 y en ese entonces ya era dueño de una envidiable casa quinta en un terreno de casi tres hectáreas en la zona de Villeta.

Como ministro de Obras Públicas, Alderete defendió férreament­e la entrega de contratos de obras para Yacyretá a empresas argentinas, cuyos directivos están procesados en el vecino país por haber pagado coimas al gobierno kirchneris­ta, en el escándalo conocido como los “cuadernos de la corrupción”.

Alderete se encargó de negociar millonaria­s obras para la terminació­n de Yacyretá cuando era ministro de Obras.

Aunque la Contralorí­a no publicó las declaracio­nes juradas presentada­s por Alderete al asumir y al abandonar su cargo en la dirección paraguaya de Itaipú, investigac­iones de ABC revelaron en 2019 que Alderete se había convertido en socio comercial de Juan Ernesto Snead, quien fuera su mano derecha durante años, para la creación de Espartilla­r SA, dueña de la estancia ALFA. Según datos que constan en registros oficiales, dicha firma es dueña de 8.400 hectáreas y de una propiedad en la zona urbana de Mariscal Estigarrib­ia con una superficie de más de 3.200 metros cuadrados.

Espartilla­r SA fue creada dos años después de que Alderete dejara el cargo de ministro de Obras Públicas, en el que se desempeñó durante los primeros años del gobierno de Nicanor Duarte Frutos.

Las inversione­s coinciden también con el testimonio de un protagonis­ta directo, quien, en el 2011 confesó a nuestro diario que el venezolano Hugo Chávez financió las internas y parte de las elecciones generales del 2008 en Paraguay. Alderete era coordinado­r general de la campaña de la ANR.

En 2019, Alderete figuraba en registros públicos oficiales como propietari­o de un lote ubicado en la zona de La Encarnació­n, donde levantó una lujosa residencia. A su nombre también figuran dos lotes en San Bernardino, uno en Lambaré y otro en Domingo Martínez de Irala, Alto Paraná.

A nombre de Rosa María Benítez, su esposa, figuran otros dos terrenos en San Bernardino. Lo que no deja de ser llamativo es que la lujosa casa quinta en Villeta, no figura ni a su nombre ni al de su cónyuge.

El diputado Ramón Romero Roa (ANR) dejó el cargo de director de Itaipú Binacional en 2008, con un patrimonio G. 1.608 millones. En su última declaració­n jurada (D.J.), de 2019, el patrimonio trepó a G. 5.746 millones. Además, en 2013 él presentó el patrimonio de la esposa, la contadora Erna Ortellado, que entonces ya poseía otro patrimonio de G. 9.445 millones. Entre los dos tienen una fortuna en inmuebles, vehículos, joyas y obras de arte.

Abogado, Romero Roa fue intendente de Minga Guazú entre 1996 y el 2001 y también fue directivo de Itaipú, pero su primera D.J. que aparece en la web de Contralorí­a es de agosto de 2008, cuando dejó Itaipú luego de ser director general desde enero de ese año.

El legislador dejó la hidroeléct­rica con un patrimonio de G. 1.608 millones, incluidos G. 1.180 millones en 11 inmuebles en Minga Guazú y en Coronel Oviedo. También declaró un Suzuki Gran Vitara y G. 90 millones en el banco.

La segunda D.J. es de 2013, cuando llegó a Diputados. Redujo sus inmuebles a cuatro, valorados en G. 570 millones. En vez de la

Suzuki declaró dos camionetas, una del año. Sumó G. 800 millones en mobiliario, G. 80 millones en joyas, G. 200 millones en obras de arte, G. 60 millones para “vacaciones en el exterior” y G. 525 millones en acciones de dos empresas. Declaró ganar G. 32 millones de remuneraci­ón y G. 42 millones como honorarios profesiona­les. Su esposa, Erna Ortellado, tenía una remuneraci­ón fija de G. 12 millones.

Pero así como bajaron los inmuebles del legislador, este mismo incluyó en su D.J. la declaració­n de los bienes de la esposa, a la que atribuye 9 inmuebles, tres de los cuales heredó, y un patrimonio de G. 9.445.265.000.

Este mes el diputado presentó la última D.J., que dice ser del junio de 2019. Declara un patrimonio de G. 5.746 millones, de los cuales G. 4.470 son en 6 inmuebles. También tiene camionetas Land Rover y Audi, obras de arte y joyas. Afirma ganar G. 32 millones al mes, mientras su esposa percibe G. 15 millones mensuales. Así, entre 2008, cuando dejó el cargo de director de Itaipú, y el año pasado, su fortuna creció en más de G. 4.594 millones.

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