Informe acusa al régimen de China de esterilizar a las mujeres uigures
La dictadura comunista de China realiza una política de esterilización forzada entre las mujeres de la comunidad uigur en la región de Xinjiang, denuncia un estudio publicado ayer.
PEKÍN (AFP). En las dos grandes prefecturas de esa región, donde los uigures son mayoritarios, el número de nacimientos habría caído drásticamente desde 2016, afirma el investigador alemán Adrian Zenz que se basa en documentos administrativos chinos y entrevistas con mujeres locales.
Algunas declaran que fueron obligadas a una esterilización so pena de ser enviadas a los campos de tra- bajo.
Otras habrían tenido que someterse a la implantación de un DIU, un dispositivo intrauterino para control de la natalidad.
Indignación
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, reaccionó indignado, reclamando a China poner fin “inmediatamente” a esta práctica.
“Hacemos un llamado al Partido Comunista Chino para poner fin de inmediato a estas horribles prácticas y pedir a todas las naciones que se unan a Estados Unidos para exigir el fin de estos abusos”, dijo Pompeo en un comunicado.
China parece utilizar un control de natalidad coercitivo en Xinjiang en el marco de “una estrategia de gran envergadura de dominación etnorracial”, escribe Zenz en el trabajo publicado por Ja- mestown Foundation.
Minoría
Los uigures principalmente musulmanes que hablan en su mayoría un idioma túrcico, emparentado con el turco, constituyen uno de los 56 grupos étnicos del país.
Representan un poco menos de la mitad de los 25 millones de personas que vi- ven en Xinjiang, inmenso territorio semidesértico gol- peado desde hace tiempo por la violencia que Pekín atribuye a separatistas e islamistas.
Denuncias
Organizaciones de defensa de los derechos humanos han denunciado reiteradamente al régimen totalitario de China por haber internado cerca de un millón de personas en lo que el régimen comunista llama eufemísticamente campos de “reeducación” política.
La dictadura comunista niega la cifra e insiste en dice que se trata de centros de “formación profesional”, destinados a ayudar a la población a encontrar empleo y a alejarla del “terrorismo”, como llama a grupos uigures que denuncian los ataques, por parte de los chinos, a la identidad cultural de ese pueblo.
Interrogado sobre el informe, un portavoz de la diplomacia china, Zhao Lijian, dijo que las acusaciones “no tienen fundamento” y dijo que Xinjiang es “estable y armonioso”.