“Ser coherentes al pensar y actuar para ser creíbles”
–Hay gente que dice que usted es un buen político, pero conservador; que no es de choque. ¿Es así?
–En la guerra, el arrojo y la temeridad determinan el valor; en la paz, la firmeza de las convicciones. “Conservador” es aquella persona que teme defender sus convicciones; este no es mi caso ni del equipo que me acompaña, y cuando se defienden las ideas no es el que más grita el que tiene razón, el que va al choque, sino aquel que sabe defenderlas y dispone de los argumentos, sabiendo fundamentarlos.
–¿Está de acuerdo con que se realice la trazabilidad en todo el país?
–Estoy de acuerdo en discutir un modelo de trazabilidad que responda a los objetivos que persigamos, por ejemplo aquel que nos permita acceder a los mejores mercados, pero no simplemente porque se considere que la trazabilidad resolverá todos los problemas de la ganadería.
–¿Apoyaría romper con Taiwán para venderle carne a China?
–No creo que la cuestión deba plantearse Taiwán vs. China; debemos sumar, no dividir. Además, las cuestiones diplomáticas implican razones geopolíticas que superan los análisis de la ARP, y corresponden al Gobierno. Pero los productores tenemos claro que la carne paraguaya no debería ser privada de ningún mercado internacional, y mucho menos de aquel de volumen que mejor paga.
–La ARP tiene unos 2.000 socios, pero votan 230 directivos, ¿es justo?
–Este modelo de elección de la ARP hizo grande a los EE.UU. en su fundación, dando valor a todas las áreas del país, sin considerar ni cantidad de población ni capacidad económica, reconociendo que el país es uno. La ARP es igual, otorga igual valor a cada región (departamento), eligiendo nominalmente a las personas.
–Mucho ya se habló de la creación del instituto paraguayo de la carne, pero no se concreta, ¿quien es culpable de esto?
–Errores originales de procedimiento, planteamientos inoportunos, y desacuerdos –en mi opinión, conciliables– impidieron crearlo; si nos sentamos honesta y desapasionadamente a hablar con la industria podremos concertar el proyecto final que haga realidad el IPC.
–¿La ARP se está debilitando con la apertura de nuevos gremios?
–Indudablemente que “una” sola asociación agremiando a todos los ganaderos del país tiene más fuerza que varias. Nadie puede pensar que nuevos gremios impliquen más fuerza, aunque reconozco la libertad de asociación garantizada por nuestra Constitución. El todo es más que la suma de las partes.
–¿Por que no se siguen los pasos de Uruguay?
–En muchas cosas buscamos imitar al Uruguay, pero no son realidades idénticas. No tenemos costa marítima, no tenemos el clima ni la geografía de ese país. Sin embargo, hay procesos que los ganaderos uruguayos realizaron y que nosotros deberemos seguir.
–¿Los frigoríficos se han aprovechado de los productores en esta época de pandemia?
–No creo que haya sido solo durante la pandemia, pues, antes de ella, durante todo el 2019 y parte del año en curso, antes de marzo/2020, los ganaderos recibimos por nuestro ganado un precio que no se compadecía con los precios que los frigoríficos recibían por esa misma carne exportada. Y hasta ahora los frigoríficos no pudieron explicar creíblemente que el precio pagado es el resultado de la libre oferta y la demanda.
–¿Qué cambio real propone, para que no digan que usted va será solo promesas o más de lo mismo?
–Nosotros ponemos el énfasis en la institucionalización de la ARP, recuperando el respeto al estatuto social, reconociendo la autonomía de las Regionales, la libertad de actuar de las comisiones de trabajo, la armonía de las relaciones internas y externas de la asociación, restableciendo la confianza y seguridad de una manera coherente de pensar y de actuar. Pronto se verán los resultados, por la calidad de los miembros que asumirán la responsabilidad de dirigir la institución, inspirados en el bien de la ganadería y no en otros intereses subalternos.