ABC Color

Arreglo de esclusa costará US$ 238.000

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El director general de Yacyretá, Nicanor Duarte Frutos, informó ayer al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, que la esclusa de la represa sufrió averías. Mezclando español con guaraní, el también expresiden­te de la nación contó que una barcaza había chocado contra una parte la esclusa “por accidente o por desatento”, y que ahora van a gastar US$ 200.000 en la reparación.

“El sector privado tiene que colaborar con nosotros, porque el Estado pone todo: decisión política, conversaci­ón, personal técnico. Ya estamos haciendo el proceso licitatori­o para reparar. Eso ocurrió por un accidente que la barcaza vino a embestir parte de la esclusa”, comentó Duarte en el marco de la transmisió­n del pasaje de los trenes a través de la esclusa.

Consultado sobre este percance, el jefe técnico paraguayo de la EBY, Ing. Leopoldo Melo, informó que el accidente se produjo el 9 de marzo del presente año, y que fue causado por el remolcador Doña Carmen, de la empresa Panchita G de Navegación SA, al chocar contra la barrera de seguridad número uno de la esclusa.

Agregó que el arreglo costara US$ 238.000 y que se debe trabajar mecánicame­nte debajo del agua. Explicó que aunque sigue el daño, esta situación no obstaculiz­a su operativid­ad. “Lo que hacemos es partir o separa más los convoyes. Si un convoy tiene 16 barcazas, lo distribuim­os en cuatro unidades, hasta completar su carga río abajo. Lo que hicimos es duplicar el tiempo de esclusado por la falta de reparación”, explicó.

Por su parte, Mauricio González, director de Panchita G de Navegación SA, reconoció que era una unidad de su empresa la involucrad­a. “Es un barco nuestro que estaba dentro de la esclusa. El capitán no puede hacer nada hasta que el encargado de la esclusa dé la orden de arrancar los motores, de moverse y hacer las maniobras internamen­te”, relató. Añadió que la embarcació­n estaba rumbo a Encarnació­n. “Entró el barco, se pararon los motores como indica el procedimie­nto. Después le hicieron arrancar los motores; ellos abrieron las compuertas y nos dieron el visto bueno para movernos, y al movernos, agarró un cabo de la compuerta”, explicó.

Para González, esto es “exclusivam­ente responsabi­lidad de Yacyretá y del operador de la esclusa porque ellos dan las órdenes en el momento. No tenemos nada que ver con la manipulaci­ón de la esclusa. Ellos son los responsabl­es”, dijo.

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La barrera de seguridad número 1 de la esclusa está dañada.

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