Complicado en Itapúa
ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa, corresponsal). La situación sanitaria en Itapúa es crítica, al punto que los mismos médicos confiesan, en privado, su temor ante una eventual expansión de la enfermedad. “Es estamos asustados, no estamos preparados, y esto no es de ahora, siempre fue precario, pero se agravó todo”, afirmó un funcionario que pidió mantener en reserva su nombre.
Esto que está ocurriendo simplemente evidencia algo que viene de años de corrupción, de ineficiencia y de mal manejo. Urge una reforma urgente, puntualizó.
De acuerdo a datos proporcionados por nuestra fuente, aparte de las UTI, que son totalmente insuficientes para atender un escenario de demanda masiva del servicio, el IPS cuenta con 25 camas comunes con oxígeno, de las cuales más del 80 por ciento está ocupado; 20 camas en la sala de Pediatría, para niños con problemas respiratorios no covid, ocupadas casi en su totalidad, y cinco camas en el área de Maternidad. El sector de Urgencias tiene ocho camillas para adultos y cuatro camillas para niños.
Además de estas carencias, hay una situación que no se está dimensionando, y es que los pacientes asegurados del IPS no están siendo atendidos.
El asegurado fue excluido de la atención, hay casos de pacientes que por una apendicitis tuvieron que recurrir a un sanatorio privado, informó nuestra fuente.
La misma penuria viven los pacientes oncológicos, quienes no son atendidos porque el hospital es solo para patologías respiratorias. Hay pacientes que necesitan internarse, y no tienen respuesta a esa necesidad en el IPS. En el hospital regional de Encarnación (HRE), todos conocemos la realidad de precariedad, y tampoco ofrece una respuesta. Resultado: mucha gente se queda a morir silenciosamente en su casa, afirmó.
En materia de insumos también hay dificultades. Los asegurados tienen más o menos respuesta, pero el problema es el no asegurado. El Ministerio de Salud debe proveer medicamentos, pero no provee. Los de mayor demanda son antibióticos, corticoides, antinflamatorios.