Reforestar es ahorrar a largo plazo, destacan
La Asociación de Criadores de Cerdos de Paraguay, representada por Hugo Schafrat, lanzó el fin de semana un comunicado en el que reclama la apertura del mercado de Taiwán para la exportación de carne porcina desde Paraguay.
“Sanitariamente hemos cumplido con todas las exigencias de las autoridades taiwanesas, tanto como cuenca de producores, como por parte del servicio sanitario oficial, el Senacsa”, empieza diciendo el manifiesto difundido en las redes sociales.
Asegura que sanitariamente “somos mejores que otros países que exportan actuamente carne de cerdo a Taiwán, necesitamos que habiliten a nuestra industria frigorífica”, reclama el gremio de criadores de porcinos.
Informó que los criadores de cerdos de Paraguay están pasando actualmente por uno de los peores momentos de la historia, con precios muy bajos, con stock sobrecargado de animales, hecho que les causa un perjuicio muy grande. En ese sentido, lamentan que en países vecinos se rompen récords de precios cada día.
La siembra forestal, sea con especies de crecimiento rápido o con nativas, es comparable con un depósito de ahorro de largo plazo, con beneficios múltiples en tres sentidos: para la economía, el ambiente y en lo social, explicó el director de Extensión Forestal, del Instituto Forestal Nacional, Ing. For. Julio Britos.
En el caso de las especies forestales de rápido crecimiento, como el eucalipto, dijo que si se aplica masivamente puede generar una reactivación económica sustentable.
Explicó que se requiere poca inversión, principalmente mano de obra, que en la finca rural es la familiar. Detalló que el costo de los plantines es más o menos de
G. 1.000 cada uno, cerca de G. 600.000 en una hectáreas, y que se puede hacer el retiro de hasta G. 40 millones por hectárea, en el periodo de 10 a 12 años, según las diferentes condiciones del suelo y manejo.
Britos añadió que la principal barrera de la reforestación es la mentalidad cortoplacista de los productores, acostumbrados a cosechas anuales o periodos ganaderos de dos a tres años. “Los productores alegan que 10 años es mucho tiempo, pero nosotros les enfatizamos que si planta o no los árboles, el tiempo pasa igual”. Destacó que felizmente, cada vez hay más pequeños labriegos que incorporan el cultivo forestal en sus granjas.