Decisión responsable
Desde el inicio de los preparativos para la festividad en honor a Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, las autoridades eclesiásticas insistieron en la necesidad de que cada ciudadano mantenga una actitud responsable y consciente en estos tiempos de pandemia. Esto, atendiendo que la fiesta atrae a miles de peregrinos y visitantes a la Basílica cada año.
Desde un principio se trató de concienciar sobre que este año la peregrinación espiritual y no la física era la conveniente. Asimismo, se pidió (como cada año), que los enfermos, adultos mayores de 60 años y niños menores de 12 años, se abstuvieran de visitar la Capital Espiritual, para evitar cualquier riesgo de contagio del coronavirus.
Además se creó y estableció un protocolo sanitario, cuyo objetivo principal era evitar la aglomeración de personas y que la festividad se convierta en un foco de contagio masivo.
Sin embargo, en los fines de semana que precedieron a los anuncios de los organizadores del operativo, la gente demostró que no estaba dispuesta a cumplir las exigencias y las exhortaciones. Miles de personas llegaron a la ciudad, entre ellas ancianos, menores de edad e incluso recién nacidos. Ninguno respetó los protocolos sanitarios que se vienen divulgando desde hace meses, tales como distanciamiento social, lavado frecuente de manos y uso de tapabocas en todo momento. El pozo de la Virgen o Tupãsy Ykua, como es conocido, se convirtió en un hervidero de gente, quienes se aglomeraban sin ningún tipo de control para poder cargar sus bidones y envases, del agua considerada bendita, del lugar. Esto, fue apenas un reflejo de lo que serían los días del novenario, víspera y día solemne del 8 de Diciembre. La situación obligó a la diócesis de Caacupé a tomar una decisión sumamente difícil y triste: suspender las peregrinaciones y misas con presencia de fieles. Además de anunciar el cierre tanto de la Basílica como de Tupãsy Ykua, hasta que pasen los días centrales de la celebración.
La decisión de monseñor Ricardo Valenzuela, más allá de ser histórica, es valiente y responsable.