Sufrimiento y nerviosismo en las calles de Asunción

Cientos de ciudadanos trabajadores padecieron penurias nuevamente ayer al circular por las calles del microcentro de Asunción, debido a que los piqueteros que se hacen pasar por campesinos las ocuparon por completo.

Motociclistas repartidores de mercaderías y medicamentos no pudieron trabajar. “Estoy dando cuatro vueltas para llegar a farmacia Catedral (Independencia Nacional y Palma) para retirar medicamentos para enfermos y no me permiten los policías. Uno llega a pasar (la barrera policial) y más adelante están los campesinos”, dijo uno de ellos. Otro repartidor señaló: “A mí me descuentan cuando no entrego a tiempo los productos”.

Los motociclistas se ingeniaban para sortear las colas de vehículos y subían a las veredas hasta que los policías les hacían retroceder. Hasta pareciera que los agentes protegían primero a los piqueteros antes que garantizar el libre tránsito y el derecho al trabajo.

Se vio mucho nerviosismo en las calles e incluso los automovilistas a los gritos exigieron el paso, pero nadie pudo avanzar de esta manera.

Los piqueteros se desplazan en las calles del microcentro en filas, pero algunos grupos quedan en las bocacalles para impedir el paso de los vehículos. La Policía reconoció ayer que son violentos, pero que nada pueden hacer porque usan como escudos a personas vulnerables como niños, bebés, mujeres embarazadas e indígenas.

Los protesta generó de nuevo muchas pérdidas a los comercios que no pudieron recibir a sus clientes por temor a los piqueteros.