Autopsia reveló que víctima fue dopada y enterrada viva
En la primera semana del juicio oral por el secuestro y crimen de Cecilia Cubas Gusinky, sus padres, el expresidente Raúl Cubas Grau y la actual senadora (ANR) Mirta Gusinky, revivieron el calvario que se inició el 21 de setiembre del 2004.
En esa fecha, fue interceptada cuando regresaba a su residencia ubicada en Laguna Grande, San Lorenzo, luego de la jornada laboral. La víctima fue emboscada a una cuadra de su casa, cuando desconocidos armados abrieron fuego contra su camioneta Nissan Patrol.
Su madre recordó que testigos del ataque relataron la tenaz resistencia que opuso Cecilia. Los secuestradores embistieron su vehículo, lo acribillaron y ante la decisión de la joven de encerrarse en el rodado, rompieron el vidrio de la camioneta con un mazo, luego la llevaron arrastrada hasta el automóvil que esperaba a metros del lugar.
En la infografía que acompaña este material, se detallan los mensajes (corregidos para una mejor comprensión) enviados por los secuestradores a la familia. La promesa de liberación que no se cumplió, los momentos de angustia y desesperación vividos ante las amenazas de los captores y finalmente, el macabro hallazgo del cuerpo de la víctima, fueron relatados por su madre, en una exposición cargada de emoción.
El Tribunal de Sentencia presidido por Carlos Hermosilla escuchó además el relato del doctor Pablo Lemir, director de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Ministerio Público.
El profesional, que tuvo a su cargo la autopsia, confirmó que Cecilia falleció por asfixia mecánica. Las características del cuerpo y estudios realizados revelan que la joven era mantenida dopada y que fue enterrada viva. Destacó que las fotos enviadas como prueba de vida evidencian el notorio deterioro de su salud, con importante pérdida de peso y ojeras que evidenciaban trastornos del sueño.