Corea del Norte alardea de su nuevo misil balístico
Corea del Norte exhibió su poderío militar, incluido un nuevo misil balístico para submarino, en un desfile celebrado para conmemorar el congreso del partido único con el que se reforzó la figura del líder Kim Jong-un.
SEÚL (EFE). Pionyang acogió un acto multitudinario como broche a la reunión del Partido de los Trabajadores que terminó dos días antes, un evento de gran relevancia política para el régimen y en el que Kim se comprometió a seguir desarrollando sus sistemas armamentísticos para disuadir a Washington.
Durante el desfile el régimen mostró parte de su arsenal, incluyendo un misil balístico para submarino (SBLM) bautizado como Pukguksong-5 que no había sido visto hasta la fecha.
Pese al vistoso despliegue castrense, el desfile tuvo un perfil más bajo que el celebrado el pasado octubre por el 75 aniversario de la fundación del partido único norcoreano, en el que se exhibió otro modelo SBLM, el Pukguksong-4, además de un nuevo y mayor misil balístico intercontinental.
El nuevo misil balístico para submarino, definido por la agencia estatal KCNA como ” el arma más poderosa del mundo ” , parece ser una versión más larga que el modelo exhibido el pasado octubre, y los expertos creen que sería capaz de recorrer una distancia mayor y ser cargado con una ojiva única de más tamaño.
No hay constancia de que el régimen haya probado ninguno de estos dos últimos modelos de proyectiles balísticos, aunque se cree que Pionyang está desarrollando también nuevos tipos de submarinos para lanzar SBLM más avanzados que el último testado en 2019 por Corea del Norte, el Pukguksong-3, que recorrió unos 2.000 km.
El Ejército surcoreano está analizando las imágenes mostradas por los medios del Norte para evaluar la importancia del nuevo armamento, según dijo un portavoz a la agencia local Yonhap.
En cualquier caso, el hecho de que el régimen se abstuviera de sacar a desfilar alguno de sus misiles intercontinentales con capacidad para alcanzar territorio estadounidense se interpreta como un gesto de cautela ante la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.
El desfile fue publicado por los medios norcoreanos a cinco días de la investidura de Biden, cuya Administración determinará el futuro del diálogo para la desnuclearización del régimen, estancado desde la última cumbre celebrada en Hanói en 2019 entre Kim y el presidente saliente de EE.UU., Donald Trump.
Kim no hizo ninguna mención directa a Biden, aunque sí destacó la necesidad de “imponerse” a EE. UU., al que tachó de “el mayor enemigo, el principal obstáculo en el desarrollo de la revolución”.