Infructuosa búsqueda de joven en Itá
Bruno Matías Miranda Cáceres, uno de los involucrados en la pelea que ocurrió hace unos días en San Bernardino y que fue difundida a través de las redes sociales, se presentó en la fiscalía de Caacupé para las investigaciones sobre el confuso episodio.
Miranda Cáceres (19), es hijo del político de Colorado Añetete y consejero de Yacyretá Víctor Miranda Ocampo y uno de los involucrados en la riña del 9 de enero último, ocurrida en San Bernardino, se puso a disposición de la Fiscalía, acompañado de su abogado Rubén Darío Romero, y pidió a la fiscala María Angélica Insaurralde que fije una fecha para su declaración indagatoria.
El episodio fue dado a conocer a través de un video en el que se ve a un joven en aparente ebriedad o bajo los efectos de alguna droga, golpeándose a sí mismo y realizando amenazas.
Asimismo, se divulgó un audio en el que otro de los jóvenes protagonistas de la golpiza confiesa lo ocurrido y amenaza a una mujer con que golpeará a la víctima por haberle mandado mensajes, demostrando así que lo ocurrido fue aparentemente por un ataque de celos. En la grabación
el agresor admite que le “rompió la cara” y dice que si vuelve a cruzarse con él volverá a hacerlo.
“Le rompí la cara a ese imbécil y no vuelvas a aparecer en mi vida, puta de mierda (sic)” dice repetidas veces en el audio una voz masculina que sería la de Bruno Miranda Cáceres, quien habría conducido la camioneta en la que iban otras dos personas también involucradas en la gresca.
En un escrito presentado a la Fiscalía, el joven afirma que también fue víctima de lesión corporal y solicita que se pida un informe de la evaluación médica que le realizaron en el centro de salud de San Bernardino, a fin de constatar su versión de lo sucedido.
Una nueva búsqueda de la joven Luz Dahiana Espinoza, de 20 años, se efectuó ayer en horas de la mañana en patio del inquilinato ubicado en la compañía Hugua Ñarõ de Itá, donde la citada ciudadana residía con su concubino, Joel Guzmán Amarilla (32). Este está preso como principal sospechoso de la desaparición de la mujer, ocurrida el 18 de setiembre de 2020.
Los fiscales Daysi Sánchez y Joel Cazal lideraron el procedimiento. Se llevó a cabo la excavación y búsqueda de Espinoza, en el pozo cloacal de la vivienda que habitaban Luz y Joel.
Acompañaron la acción agentes de Investigación de Homicidios, Bomberos Voluntarios y la Unidad Especializada de Antisecuestros del Ministerio Público.
La fiscala Sánchez manifestó a nuestro diario que la búsqueda se centró en el pozo ciego, pues una testigo había dicho que en la fecha en que Luz desapareció extrañamente en su casa el agua del inodoro fue vaciada en varias ocasiones.
Esa versión, según dijo
Sánchez, fue unida a lo que había declarado Joel Amarilla, de que había asesinado y desmembrado el cuerpo de la joven. Supuestamente él quitó las partes blandas del cuerpo y las arrojó al inodoro, y que los huesos los tiró en un baldío en algún punto de la ciudad de Itá.
Ante el hecho de que no hallaron restos humanos, la fiscala consideró poco probable aquello, por el tiempo que le tomaría a Joel dividir el cuerpo, pero igual se cercioraron con la búsqueda. Adelantó que seguirán buscándola en otros lugares.
Los investigadores constataron que una foto que el sospechoso dijo que tomó a su pareja antes del 18 de setiembre, en realidad fue hecha en la noche en que desapareció. Así también, la última ubicación del celular de Espinoza indica la casa en Hugua Ñarõ.
Sánchez comentó que la prueba de luminol detectó sangre humana en la casa y en el pantalón de Amarilla. Ya se extrajeron las muestras de ADN de los padres de Luz para comparar con las muestras recogidas.