Cae motochorro buscado por homicidio
Un presunto motochorro, quien fuera identificado como autor material de un asalto y homicidio registrado el 5 de enero último en Ñemby, finalmente fue detenido ayer de mañana en la zona de Reducto, San Lorenzo, en un operativo efectuado por agentes del departamento Homicidios. Durante los allanamientos también se recuperó el teléfono celular de la víctima fatal y fueron arrestados tres reducidores, quienes en los últimos días se encargaron de revender el aparato.
El principal detenido fue identificado como Aníbal Adrián Mercado González (21), quien supuestamente fue identificado gracias a testigos y las imágenes captadas por cámaras de circuito cerrado, como el maleante que en la noche del 5 de enero pasado apretó a Ariel Gustavo Leiva Bogado (27), cuando este salía de la casa de su novia, en el barrio San Carlos de la ciudad de Ñemby.
El delincuente, revólver en mano ordenó a la víctima que entregue su celular; al principio Leiva no opuso resistencia y le pasó el celular, pero luego se lanzó sobre el delincuente en un intento de recuperar el teléfono, allí se generó una gresca y finalmente el sospechoso mató de un tiro en el cuello a la víctima y luego escapó a bordo de una moto, que estaba al mando de un cómplice, quien todavía se encuentra prófugo.
Otro de los arrestados es Ignacio Ramírez Colmán (30), en cuyo poder fue encontrado el teléfono celular Samsung tipo A 71, que fue robado de la víctima. Igualmente cayeron Diego David Chaparro (38) y Sebastián Irala González (21), estos últimos también habrían comprado y vuelto a vender el mismo aparato telefónico, explicaron.
De acuerdo con los investigadores, Aníbal Adrián Mercado González es un conocido motochorro que utiliza como escondites los asentamientos que circundan el centro de la ciudad de Ñemby, por lo que era muy difícil ubicarlo. El criminal y su cómplice acostumbraban usar una moto roja para asestar sus golpes en los barrios residenciales de la citada localidad y luego se escondían en los asentamientos, donde reducían lo robado. Tras el asesinado desarmaron la moto que usaban, la vendieron por partes y permanecieron ocultos hasta ayer.