Nuevo ministro del Interior, viejas prácticas corruptas en la Policía
En medio del rimbombante nombramiento de Arnaldo Euclides Giuzzio Benítez como nuevo ministro del Interior, para que supuestamente limpie la Policía Nacional, esta institución hasta ahora dejó pasar el grave hecho de que la comisaría de Chirigüelo liberara en secreto a un supuesto polisicario al que además le devolvieron el arma con la que habría sido asesinado, por un soldado del narco Samura, otro agente de Investigaciones de Pedro Juan Caballero.
El flamante ministro se reunió ayer con el comandante de la Policía, comisario general comandante Francisco Resquín Chamorro, tras lo cual Arnaldo Giuzzio ratificó la supresión de las barreras policiales fijas.
Sin embargo, el ministro del Interior aclaró que “tampoco la Policía puede perder la posibilidad de control” y dijo que los retenes ejecutados por uniformados deben ser “reemplazados inmediatamente por tecnología”. Sobre esto último, mencionó que ya están buscando fuentes de financiamiento para desarrollar una eventual estrategia tecnológica.
Aparentemente, las fiscalizaciones se harán ahora solo en las estaciones de peaje. Giuzzio, exministro de la Senad, tomó el Ministerio del Interior luego del bochornoso secuestro de una pareja
brasileña en la comisaría de Torín, en el departamento de Caaguazú.
En teoría, el ministro tiene la misión de sanear la Policía Nacional, institución que sin embargo hasta este momento mantiene vigentes prácticas corruptas como la que podría dejar impune el homicidio del suboficial primero Fredy César Díaz (32), ocurrido el 13 de enero pasado en Pedro Juan Caballero.
El citado efectivo, del departamento de Investigaciones de Amambay, fue asesinado supuestamente por los sicarios Hugo César Lazarte Argüello (29), alias Tuka, y Derlis Valenzuela Villalba (31), alias Ka’i, miembros del grupo del narco fugitivo Jorge Samudio (48), alias Samura. El crimen fue cometido con una pistola Glock calibre 9 milímetros.
El sicario Hugo Lazarte, alias Tuka, fue apresado el sábado de noche en una barrera de la comisaría 9ª de Chirigüelo, cuyo jefe es el comisario principal Rubén Galeano.
El matón estaba en posesión justamente de la pistola Glock calibre 9 milímetros con la que habría matado al policía de Investigaciones.
Lazarte iba como acompañante en un coche Toyota IST blanco, con chapa HCH 871, al mando justamente de otro policía, el suboficial inspector Cipriano Javier Silva Portillo (37). Ambos, a su vez, estaban con dos prostitutas, según la Policía.
Sin embargo, los agentes de Chirigüelo extrañamente no comunicaron que el policía Cipriano Silva había sido demorado con el sicario Hugo Lazarte sino hasta después de que el uniformado fuera liberado en secreto.
Para colmo, los efectivos de la comisaría le devolvieron al suboficial Silva la pistola Glock del criminal Lazarte, por lo que el fiscal Álvaro Rojas podría imputar a los agentes de Chirigüelo por frustración de la persecución penal, según dijo anoche en radio ABC Cardinal 730 AM.
El lunes de mañana, cuando por fin fue detenido el suboficial inspector Cipriano Silva en la Dirección de Policía de Concepción, este ya no tenía consigo la pistola Glock. Es más, negó haber portado dicha arma cuando fue demorado el sábado de noche en Chirigüelo con el sicario Hugo Lazarte.
El suboficial inspector habría sido también el que recogió al sicario Lazarte en su automóvil Toyota IST, blanco, luego de que mataran al suboficial primero Fredy César Díaz. Además, coincidentemente, en otro asesinato cometido 9 días antes en Pedro Juan Caballero y con la misma arma, los matones usaron un auto Toyota IST blanco. Cipriano Silva ya fue imputado por el homicidio de su colega Fredy Díaz.
Hugo Lazarte supuestamente asesinó al suboficial primero Fredy César Díaz luego de que el suboficial inspector Cipriano Javier Silva le avisara al sicario que el policía de Investigaciones quería matarlo.
Fredy César Díaz quería matar a Lazarte porque este último también eliminó el año pasado en Yby Yaú a su camarada, amigo, compueblano y compañero de trabajo, Antonio Alvarenga Franco (30), también personal de Investigaciones.