Discordia colorada

La Asociación Nacional Republicana (ANR) atraviesa quizás uno de sus peores momentos en el departamento de Cordillera. Esto atendiendo que, pese a ser el partido de gobierno a nivel nacional, está prácticamente en la llanura a nivel departamental debido a que cuenta con intendentes colorados en siete de los 20 distritos de la zona. Además, la Gobernación de Cordillera está en manos del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). En las elecciones municipales pasadas tuvieron derrotas históricas y catastróficas como en Caacupé, donde por primera vez un liberal logró derrotar al partido de gobierno por una gran diferencia de votos. Actualmente a unos pocos meses de que se realicen nuevamente las internas partidarias se observa que los líderes y caudillos siguen cometiendo los mismos errores que los dejó a la llanura en su momento. Lejos de una concordia como quisieron instalar en la Junta de Gobierno al inscribir 16 candidaturas con la chapa de Concordia Colorada (Añeteté-HC), la realidad es que están más divididos que nunca. Las candidaturas en la mayoría de los distritos se impusieron como es el caso de Piribebuy que ni se trató en la mesa directiva de la seccional distrital. El clan González, haciendo gala de su poder, impuso la candidatura de uno de los hermanos, el exintendente Cayo González, muy cuestionado durante su administración en el periodo 2010-2015. Los cuestionados dirigentes conocidos como los tiranosaurios de la política cordillerana, como los diputados Nazario Rojas, Roberto González, los parlasurianos José Torres y Zacarías Vera Cárdenas, además de cuestionadas autoridades como Denis Lichi y César López, fueron los artífices de la “concordia”. Y una vez más demostraron con su fracaso que es hora de dar un paso al costado y dejar lugar a las nuevas generaciones para que tomen las riendas del partido; caso contrario, se viene otra derrota catastrófica en las próximas elecciones.