Guardia civil de CC.UU., una respuesta a la inseguridad
La Guardia Civil de las Colonias Unidas (CC.UU.) cumplió 25 años de fundación el 15 de enero. Es una organización de vecinos que surgió como respuesta a una ola de robos, pero el detonante fue el secuestro y asesinato de una joven funcionaria de la Municipalidad de Pirapó, en diciembre de 1992.
OBLIGADO, Itapúa (Juan Augusto Roa, de nuestra redacción regional).
El presidente de la directiva de la Asociación Guardia Civil de las Colonias Unidas, Hernán Nikolaus, destacó que la organización cumple 25 años desde que fue reconocida, aunque como agrupación nació unos años antes. Añadió que cuenta con personería jurídica.
Ese incidente, el asesinato de que fue víctima la joven Renate Kressin, funcionaria de la Municipalidad de Obligado, ocurrido en diciembre de 1992, y la cantidad de robos de vehículos que se sucedían en la zona motivaron a organizarse entre vecinos y amigos, refirió Nikolaus.
El reconocimiento formal data del 15 de enero de 1996, durante el gobierno de Juan Carlos Wasmosy. El nombre preciso con que fue creada la organización es Grupo de Voluntarios para la Prevención y Lucha Contra la Delincuencia (GVPLCD).
“No somos una organización parapolicial; somos civiles que operamos en apoyo a la Policía Nacional”, puntualizó Nikolaus.
Su campo de acción abarca varios distritos del departamento de Itapúa. Además de los tres distritos que conforman las llamadas Colonias Unidas (Hohenau, Bella Vista y Obligado), opera en Capitán Meza, Pirapó, La Paz, entre otros.
“Somos un grupo de voluntarios que básicamente trabaja en apoyo logístico a la Policía Nacional cuando requieren de alguna asistencia con patrullera o acompañamos los procedimientos como testigos calificados de las intervenciones policiales. No hacemos controles ni pedimos documentos; nos limitamos a hacer acto de presencia”, explicó.
Pese a que la finalidad es ser un apoyo de la Policía Nacional en cuanto a ofrecer mayor seguridad a la comunidad, la relación con los uniformados no siempre ha sido fácil. Algunos ven a la guardia civil como un grupo que se entromete en el campo de la Policía o lo consideran un grupo que vigila a la propia Policía. Otros uniformados aprecian la colaboración y les alientan a seguir trabajando, incluso consideran la presencia de los civiles como una garantía para sus procedimientos.
Nikolaus admitió que hay un poco de todo eso, pero que mucho depende de la tónica que cada jefe de la Policía imprime a la relación de la institución policial con la guardia civil. “Mucho tiene que ver la actitud del jefe de turno”, acotó.
“Por lo general, la Policía aprecia y valora nuestra cooperación. Nosotros simplemente somos un grupo de vecinos interesados en la seguridad de la comunidad, dispuestos a colaborar con la Policía en lo que esté dentro de nuestras posibilidades, explicó
Refirió que un ambicioso proyecto en el que trabaja la guardia civil es la instalación de cámaras de vigilancia en puntos estratégicos de la zona y tenerlos conectados a un centro de monitoreo central, similar al sistema 911 de la Policía Nacional, que también estará al servicio de la policía.
Actualmente tiene diez cámaras de vigilancia ya instaladas, “pero queremos ampliar a toda la zona, estamos trabajando en ello y creo que muy pronto lo vamos a concretar”, expresó Nikolaus.