Ovelar en silencio sobre sus millones
Joyas, ganado y una residencia en una de las zonas más exclusivas de Asunción forman parte de las declaraciones juradas presentadas por la jueza penal de Garantías Cynthia Patricia Lovera Brítez, la magistrada que ordenó la semana pasada la prisión del presidente del Partido Liberal Radical Auténtico, Efraín Alegre.
Lovera presentó por primera vez una DDJJ en 2002, cuando se desempeñaba como fiscal. Curiosamente, en su manifestación de bienes no hizo constar siquiera un solo valor de lo que decía poseer.
Sí hizo constar que era dueña de una camioneta Chevrolet Blazer 1999, un automóvil BMW tipo 325 modelo 1985.
Además, hizo constar que su marido, Augusto Javier Rojas Meyer, había adquirido un fraccionamiento compuesto por 57 lotes en Ypacaraí.
Rojas Meyer ingresó ese mismo año 2002 como funcionario de Yacyretá, antes de eso había trabajado como administrador de la Cooperativa de Docentes del Paraguay. Aún así, pudo comprar sin problemas casi 60 lotes.
Solo hizo constar que poseía G. 50 millones en una caja de ahorros.
La segunda manifestación de bienes presentada por Lovera data de 2013. En ese entonces decía tener depósitos por G. 3.800.000.
Su mayor patrimonio era el inmueble ubicado en el distrito de San Roque de la capital, al que tasó en G. 900 millones. Hizo constar una camioneta valuada en G. 45 millones.
También declaró poseer ganado vacuno y dijo que generaba ingresos por la venta de animales, a pesar de que el artículo 254 de la Constitución Nacional prohíbe a magistrados y fiscales dedicarse al comercio.
También dijo ser propietaria de joyas por valor de G. 15 millones. Su patrimonio neto alcanzaba en esa época más de G. 1.020 millones.
El juez penal de Garantías Elio Ovelar Frutos se llamó a silencio sobre el millonario crecimiento patrimonial que experimentaron él y su esposa, la fiscala Marlene González, durante sus años en el servicio público.
Lovera volvió a presentar una declaración jurada en 2014, con motivo de su nombramiento como jueza.
Si en 2013 decía tener depósitos bancarios por G. 3.800.000; un año más tarde su dinero se había multiplicado. En ese entonces declaró poseer dos cuentas bancarias en las que tenía un total de más de G. 245 millones.
Declaró joyas por un total de G. 20 millones y su casa en San Roque había pasado a costar un total de G. 1.200 millones, es decir, experimentó una revalorización en
Periodistas de ABC Color llamaron en al menos una docena de oportunidades a Ovelar, pero el mismo no atendió las llamadas. Intentamos comunicarnos con él vía WhatsApp y leyó los mensajes, pero los ignoró.
G. 300 millones en apenas un año.
Para ese entonces, su patrimonio neto era de G. 1.024 millones
La última declaración jurada de Lovera Brítez data de 2019. En ese entonces, su mayor activo seguía siendo la casa en San Roque, aunque curiosamente en cinco años la propiedad no aumentó su valor y la hizo figurar como que seguía valiendo G. 1.200 millones.
Entre 2013 y 2014, el inmueble había experimentado una revalorización de G. 300 millones; entre 2014 y 2019, su valor no había variado.
Ovelar empezó en la función pública declarando un patrimonio neto que alcanzaba apenas unos G. 142 millones. Su última declaración jurada data de febrero del año pasado. Para ese entonces, declaró un patrimonio
Precisamente en los años en los que el mercado inmobiliario de la capital experimentó grandes movimientos.
Lovera no declaró inmueble rural alguno, pero seguía diciendo ser dueña de ganado vacuno. Los G. 245 millones que había declarado como depósitos bancarios seguían iguales, sin fluctuación de intereses, a pesar de que habían pasado cinco años. Y tenía joyas por G. 20 millones.
Para ese entonces, la jueza había declarado un patrimonio neto de más de G. 1.064 millones. de G. 2.118 millones.
Declaraba casas en Asunción y en San Bernardino, además de camionetas de lujo: mientras que su esposa declaraba poseer joyas y obras de arte por G. 160 millones.