Calles destrozadas en Asunción y Central
Antes de las tormentas de esta semana, ya las calles estaban en pésimo estado, en numerosas zonas de Asunción y ciudades del departamento Central.
La situación económica y administrativa de las distintas municipalidades evidentemente condicionan la posibilidad de tener mayores y mejores inversiones en infraestructura vial.
La mayor parte de la recaudación de las comunas se va al salario de los funcionarios. Habrá quienes trabajan seguramente, pero muchos son planilleros, operadores políticos o quienes no los son, no tienen una función específica.
En Lambaré, por ejemplo, hay funcionarios cuya función es pasar un papel. Hemos visto lo mismo en Asunción.
La superpoblación de personal que se da evidentemente por razones partidarias es un cáncer que está matando los ingresos genuinos de las municipalidades, provenientes de nuestros impuestos, es decir, de los contribuyentes de cada ciudad.
¿Hay alguna luz al final de este túnel? Al parecer, no. Sobre todo porque las calles y avenidas ya estaban en pésimo estado antes de las tormentas que vimos hace poco. Ahora, están mucho peor.
Quizás, como medida de urgencia, sea conveniente que el Gobierno Central intervenga a través del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y que, si la norma lo permite, esta cartera pueda invertir en las calles de Asunción y Central, las localidades con mayor densidad poblacional del país.
Al mismo tiempo, la ciudadanía tiene la brillante oportunidad en este año electoral de elegir al mejor candidato o candidata para administrar su municipio. Después de todo, si no salimos a exigir el buen uso de nuestro dinero, nadie lo hará por nosotros.