Crece la presión en Colombia contra Duque tras una semana de protestas
Miles volvieron a las calles de Colombia ayer, en el octavo día de protestas contra el gobierno del presidente Iván Duque, unas manifestaciones que se tornaron violentas y dejan 24 muertos, la mayoría por disparos.
BOGOTÁ (AFP, EFE). Duque ha enfrentado tres masivas protestas desde que llegó al poder en 2018. Multitudes con rostro joven le exigen un cambio de norte a su gobierno en un país con más de medio siglo de conflicto armado.
Por lo menos una gran movilización por año desde 2019 ha puesto en jaque al mandatario conservador.
Tras el fin del enfrentamiento armado con las FARC, guerrilla convertida hoy en partido político, los manifestantes ya no solo rechazan la violencia sino que exigen mejores políticas que mejoren sus condiciones de vida.
Bajo la lupa de la comunidad internacional, que denunció excesos de la fuerza pública, estudiantes, sindicatos, indígenas y otros sectores salieron a las calles de la capital Bogotá, así como de Medellín y Cali.
Sus reclamos son variopintos: mejores condiciones en salud, educación, seguridad, cese del abuso policial contra las manifestaciones.
En distintos puntos de la capital, numerosos grupos se dieron cita para avanzar luego hacia la central Plaza de Bolívar, aledaña a la sede presidencial.
En Cali, un foco de los disturbios, miles de indígenas se sumaron a las protestas agitando sus bastones de mando y gritando “resistencia”, mientras una multitudinaria manifestación
se volcó a las calles en Medellín.
Las movilizaciones fueron en su mayoría pacíficas, pero en algunas ciudades se tornaron violentas. De acuerdo a cifras oficiales hasta el martes, al menos 24 personas murieron (18 baleados), más de 800 quedaron lesionadas y 89 están desaparecidas.
Lo que empezó como una manifestación pacífica el 28 de abril en rechazo a una reforma fiscal ya retirada se transformó en la protesta más grande contra el gobierno conservador desde que llegó al poder en 2018.
La presión en las calles no cede, ante la vigilancia de la comunidad internacional que denunció ataques de policías contra civiles. La ONU, La Unión Europea, EE.UU., Amnistía Internacional y Human Rights Watch llamaron a la calma y le exigieron garantías al gobierno.
Según la fiscalía, detrás de los desmanes en Cali están disidencias de las FARC que se apartaron del acuerdo de paz firmado en 2016; el ELN, la última guerrilla reconocida en Colombia, y bandas narco.
“La amenaza vandálica que enfrentamos consiste en una organización criminal que se esconde detrás de legítimas aspiraciones sociales para desestabilizar a la sociedad, generar terror en la ciudadanía y distraer las acciones de la fuerza pública” , dijo el presidente Duque.