El laborismo cae en Inglaterra
LONDRES/EDIMBURGO (EFE). Los primeros resultados de los comicios municipales y regionales en el Reino Unido han puesto contra las cuerdas en Inglaterra al Partido Laborista, donde los conservadores ganan terreno, y apuntan a una victoria de los nacionalistas en Escocia.
Tras un intenso “superjueves” electoral, percibido como un termómetro fiable con el que medir los afectos políticos de la ciudadanía, prosiguió hoy con lentitud el recuento de votos, aunque se espera que el escrutinio no se complete hasta este fin de semana.
A juzgar por los datos que ya se conocen, todo apunta a que los “tories” (como se los denomina a los conservadores) han arrebatado un terreno sustancial a los laboristas en Inglaterra, en el primer gran examen al que se expone la dirección de Keir Starmer.
El primer gran mazazo llegó con el rotundo triunfo conservador obtenido en la elección parcial de Hartlepool (noreste inglés), donde se elegía candidato para reemplazar a un diputado nacional y donde se ha puesto fin a 57 años de dominio laborista.
La conservadora Jill Mortimer se impuso cómodamente en esa circunscripción con 15.529 votos –un 51,88%–, con 6.940 papeletas de ventaja sobre el aspirante laborista Paul Williams.
Se trata, además, de la primera vez en la historia que una mujer es escogida para ocupar el escaño de
Hartlepool, que pese a ser un bastión laborista votó masivamente a favor del Brexit en 2016.
Esa fuerte derrota activó desde primera hora las alarmas en el seno laborista. Sucesivas decepciones, como la que sufrieron en la alcaldía de Tees Valley –otro de sus antiguos bastiones electorales que formaban el llamado “Muro Rojo”–, hicieron apuntar todas las miradas hacia su líder.
Starmer sucedió en abril de 2020 al frente de la formación a Jeremy Corbyn tras la debacle electoral de diciembre de 2019, unas generales en las que el laborismo cosechó su peor derrota en casi un siglo y que permitieron al primer ministro conservador Boris Johnson gobernar con una amplia mayoría absoluta.