Convocada para una lucha antidengue
Noelia Torres Morel es médica graduada en Cuba y desde hace cuatro años presta servicio en el Instituto de Previsión Social de Ciudad del Este (IPS). En febrero del año 2020 hubo una convocatoria para conformar un equipo de contingencia para prestar atención a enfermos con dengue y ella no dudó en acudir. En pocos días, la finalidad del grupo cambió, pues ya se preparaban para la atención a enfermos del covid-19.
Recordó que el primer paciente internado de covid-19 fue “don Julio”, quien salió victorioso de la enfermedad y eso les llenó de esperanzas. “Era un paciente colaborativo, si él fallecía o algo así iba a ser diferente nuestro ánimo y sentimiento. Se quedó un mes aproximadamente en el primer bloque habilitado, denominado bloque B. Era toda una novedad colocarse las ropas de protección y quedar encerrado con un paciente con covid. Nuestro primer paciente nos enseñó muchísimo y, como salió victorioso, fue algo muy positivo”, relató.
Los primeros grandes desafíos fueron atender a los albergados, que eran los compatriotas que llegaban del exterior y permanecían aislados. Igualmente, con los contagios masivos en la cárceles tuvieron las primeras avalanchas de internados.
A pesar de las grandes dificultades y el temor de sus padres, de dejar huérfanos a sus dos hijos, sigue prestando atención en el Hospital Integrado Respiratorio.
“Nunca pensé en desistir, desde muy pequeña tuve esta vocación, pero como mi familia era muy humilde veía como un sueño difícil. No es algo que me cansa, para mí cada paciente representa mucho; me apasiona la medicina, siempre doy lo mejor posible a mis pacientes, en muchos casos hasta el último momento”, finalizó Noelia, que pasó las dos olas de la pandemia del covid -19 sin darse cuenta de que fue afectada por el virus.
Recién cuando se hizo un prueba de antígeno para aplicarse la vacuna se percató que había sido contagiada.