Es detenido, tras nueve años
Luego de casi nueve años como prófugo, finalmente fue capturado este miércoles uno de los supuestos dueños de la carga de 311 kilos de cocaína incautada en 2013 en la estancia del general retirado Carlos Egisto Maggi Vera y de su hijo, el exdiputado colorado Carlos Manuel Maggi Rolón.
El fiscal Marcelo Pecci supervisó las dos operaciones simultáneas que efectuaron policías de Crimen Organizado en los departamentos de Concepción y San Pedro.
El primer operativo se realizó en el municipio de Yby Yaú, en donde cayó el principal objetivo, Mario Giménez Noguera, de 63 años. En el segundo cateo, en el distrito de Lima, fue arrestado el otro buscado, Faustino Martínez, de 65 años.
Ambos eran buscados desde el 6 de enero de 2013, cuando la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y el mismo fiscal Pecci ejecutaron la operación Halcón 1, que consistió en un asalto a una pista cerca del retiro Guillermina de la estancia Horqueta de la compañía Paso Tuna de la ciudad de Lima, instantes después de que aterrizara en el lugar una avioneta boliviana que trajo 311 kilos de cocaína.
Los narcotraficantes que estaban descargando la droga ofrecieron resistencia y se desató una balacera que derivó en el escape de al menos cuatro sospechosos, aunque uno fue detenido. Este resultó ser Genaro Giménez Ferreira, quien cuando eso tenía 30 años y que ahora ya se encuentra condenado a 15 años de encierro por tráfico y tenencia sin autorización de sustancias estupefacientes. Genaro es hijo del detenido de hoy, Mario Giménez Noguera.
El ahora apresado Mario Giménez Noguera era el que supuestamente actuaba como “patrón” de la estructura y el que negociaba el alquiler de la pista directamente con el entonces capataz de la estancia, el también arrestado en esta ocasión Faustino Martínez. El fiscal Pecci dijo que mediante escuchas telefónicas descubrieron que el capataz cedía la pista a los narcos a espaldas de los dueños de la finca. Incluso, a veces supuestamente esperaban que los miembros de la familia Maggi se retiraran del establecimiento para autorizar el aterrizaje de las narcoavionetas.
El que gestionaba la compra y el envío desde Bolivia era supuestamente Enrique Giménez Noguera, quien actualmente tiene 53 años, pero que nunca pudo ser detenido ya que presuntamente se quedó a vivir en dicho país.