Cae expolicía y recuperan parte de los ahorros de dos abuelitas
Un expolicía fue capturado ayer en un allanamiento en Misiones en conexión con un millonario asalto del que resultaron víctimas dos abuelitas de 91 años y 95 años, a quienes les robaron los ahorros de toda su vida.
El operativo fue ejecutado ayer de mañana por policías de Investigaciones del departamento de Misiones, en la compañía San Gerónimo del distrito de Santa María de Fe.
El detenido resultó ser Milciades Rivarola Núñez, de 33 años, quien fue suboficial de la Policía Nacional hasta 2011, cuando fue dado de baja por asalto.
En la misma casa fue localizado Antonio Ángel Pinto Álvarez, de 24 años, quien quedó aprehendido por disposición del fiscal Pedro Duarte.
Los efectivos verificaron minuciosamente la propiedad y hallaron enterrado en un sector un caudal de G. 81.500.000 en efectivo, que corresponderían al lote de G. 200.000.000 robados el 3 de setiembre pasado en un asalto domiciliario con toma de rehenes en la compañía Ypucú del municipio de Santa Rosa de Lima, siempre en el octavo departamento de Misiones.
Aquel golpe fue perpetrado por tres hombres que irrumpieron en una casa en la que estaban tomando mate la docente jubilada Elva Venancia Villalba viuda de Aquino, de 95 años; su hermana Rosalina Villalba viuda de Centurión, de 91 años; el hijo de esta última, Gustavo Rosalino Centurión Villalba, de 53 años; y la empleada doméstica María Zunilda Rojas de Centurión, de 49 años.
Los criminales actuaron con mucha violencia e incluso maniataron a la anciana de 91 años, a su hijo y a la doméstica. La única que no fue maniatada fue la abuelita de 95 años, porque se descompensó durante el atraco.
La plata robada correspondía al ahorro de toda la vida de las abuelitas, así como a la reciente venta de algunos animales y lo que quedaba de la cesión de un terreno, de acuerdo con los datos policiales.
El expolicía Milciades Rivarola Núñez habría sido el cabecilla del indignante atraco. De hecho, cuando fue hallada ayer la plata en su casa, reconoció enfáticamente el ilícito, según los intervinientes, aunque esa confesión no tiene validez jurídica.