Terminaron las vacaciones
María Laura Miers Espínola es funcionaria del Congreso desde el 2011. Es colorada, leal al exsenador condenado por corrupción Óscar González Daher (OGD), también colorado, y fue precisamente de su mano que María Laura llegó a este lugar. Se inició como ascensorista pero poco tiempo después “ascendió” y la nombraron como jefa de Asesoría Jurídica de la Secretaría General del Congreso y percibía mensualmente G. 9.490.000.
Siguieron los mimos y “afortunadamente” para María Laura llegó la pandemia. Comenzó a trabajar por cuadrilla, iba tres veces a la semana pero luego, el patrón ordenó perdonar sus inasistencias al Congreso para que la misma fuera todos los días a la casa del “significativamente corrupto” (como lo denomina el Gobierno de EE.UU.) a fungir como secretaria privada de OGD. Miers Espínola seguía cobrando su salario sin ir a trabajar.
Para su desgracia, un alma cansada de las injusticias denunció el hecho a ABC y montamos guardia frente al altanero portón de González Daher y comprobamos que efectivamente se trataría de un nuevo caso de planillerismo.
María Laura, de 40 años, de cabellos largos teñidos en rubio y bien planchado, llegaba tranquila y segura, todos los días, a partir de las 8:00 a su “otra oficina” ubicada sobre la calle Mauricio José Troche del microcentro de Luque, la casa de OGD, donde permanecía hasta la tarde.
El 30 de agosto la esperamos afuera y la interceptamos cuando llegó. Preguntamos qué hacía ahí en horario laboral, pero ella no contestó, cerró la ventanilla de su lujoso auto 0 km de color rojo sin chapa, con un peculiar ploteado en el parabrisas trasero que decía “Rubén González Chaves concejal”, hijo del patrón, e ingresó rápidamente a su refugio político llevándose el capuchón de ABC Color.
Ese mismo día sus jefes en el Congreso “se enteraron” de lo que sucedía. La apartaron del cargo, abrieron sumario y le sacaron el plus “por responsabilidad” de G. 2.190.000, pero seguirá cobrando G. 7.300.000. Pero un día después del escándalo, María Laura pidió “vacaciones” oficialmente, pero el recreo culminó el pasado viernes. Es decir, mañana lunes debe presentarse al Congreso a las 7:00 donde la Dirección de Talento Humano le asignará una nueva tarea. Cuál, no sabemos.
Indigna ver cómo Miers Espínola se burla del pueblo paraguayo mientras muchos darían lo que sea por tener un trabajo mediante el cual reciba cada mes por lo menos el salario mínimo vigente. Qué podridos estamos de personas como la hurrera de cabellera rubia. No se cansen de denunciar a oportunistas como ella; a carroñeras del dinero público. Algún día también terminarán las vacaciones de otros planilleros.
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